Durante años, las infraestructuras energéticas repartidas por todo el mundo han crecido tanto, que ya se puede decir que ocupan una extensión de alrededor de 80 millones de kilómetros.
Unas instalaciones que requieren de un control más o menos continuo para detectar o prevenir posibles fallos, que pueden resultar fatales para el correcto funcionamiento del sistema o incluso para el medio ambiente.
Los altos costes de llevar a cabo estos controles también son un hándicap y, aunque son varias las soluciones propuestas o utilizadas, hay una start-up francesa que podría tener la clave para acabar con este quebradero de cabeza para las empresas.
Se llama HyLight y han ideado unas aeronaves, a las que denominan drones pero que tienen una forma similar a la de un zepelín. Un aspecto interesante de este invento, es que puede funcionar con hidrógeno, que es la solución que han dado a otras aeronaves que funcionan a batería y, por tanto, tienen unos tiempos de vuelo todavía demasiado cortos.
Los responsables hablan de la posibilidad de inspeccionar hasta 300 kilómetros diarios con su invención si se utiliza un sistema por pila de combustible de hidrógeno, más que si se utilizan baterías, algo que también es viable.
Es decir, que su drone no contamina, mucho menos al nivel de lo que lo hace un helicóptero durante tareas de inspección similares, por no hablar del ahorro en gastos al sustituir este último por lo que la empresa francesa tiene entre manos.
Además, también se habla de una precisión mayor en este zepelín de hidrógeno, ya que pueden integrar distintos dispositivos, según las necesidades de cada trabajo, y permite operar a baja velocidad.
That's it the HyLight team raised 3,7m€.
— HyLight (@hylight_aero) April 15, 2024
Our goal?
To better observe and understand our world in the light of climate change without emitting GHGs in the process
Join us for this long flight. It is an amazing and meaningful journey. pic.twitter.com/lVYK0tjUmN
Es decir, que se puede recoger material en formato foto o vídeo, tanto en el espectro visual como en el infrarrojo, como también utilizar tecnología LiDAR u otras que sean capaces de detectar incidencias, como puede ser una fuga de gas.
La información recopilada se recoge en una base de datos interna y se puede volcar a un ordenador una vez terminado el vuelo, o incluso subirlo a la 'nube' automáticamente durante el proceso de inspección, sin necesidad de aterrizar la aeronave.
Todo esto es bastante más complicado mediante el uso de helicópteros, aviones no tripulados o incluso el propio satélite, pues la precisión o los resultados no se pueden afinar tanto como con el drone dirigible ideado por esta start-up.
Tan interesante resulta el proyecto, que en la última ronda de financiación han conseguido recoger un total de 3,7 millones de euros, que llegan de importantes fondos de inversión como Y Combinator, Ring Capital o Collaborative Funds. También hay que hablar del interés por parte de Marc Tarpenning, que fue uno de los padres de Tesla en sus orígenes.
Este potencial y la apuesta de las anteriores y otras empresas, permitirá seguir adelante en la expansión del proyecto, con mejoras de todo tipo y el empujón para hacer viables sus drones de hidrógeno a nivel comercial.
También tratando de seguir buscando todo tipo de alianzas en los distintos sectores directa o indirectamente relacionados, lo que auguraría una mayor estabilidad del negocio.
Buscar nuevos talentos también es una parte importante a tener en cuenta y, entre sus intenciones, están la de completar la plantillas con expertos en el campo de la aeronáutica, los sistemas de propulsión de hidrógeno y otros ingenieros que pudieran aportar sus conocimientos y experiencia de cara a una mejor en el resultado final de su producto o servicios.
