Nadie puede negar las innumerables aportaciones de Elon Musk a la industria del automóvil. El empresario americano aparece repetidamente entre las figuras más ilustres de este siglo por razones más que obvias. Su historial empresarial es impresionante; Paypal, SpaceX y Tesla son sus grandes hazañas y ahora Twitter. Sin embargo, en muchas ocasiones, Musk no tiene reparos en fijar plazos que parecen imposibles de cumplir (aunque es cierto que, a la postre, casi siempre acaban sucediendo). La promesa para este 2023 es la llegada de la conducción autónoma, pero la pregunta más evidente salta a la vista: ¿Será posible?
Basta con retrotraerse un poco en el tiempo para darse cuenta de que estas mismas palabras ya fueron pronunciadas hace no mucho. Sin ir más lejos el año pasado. Por estas fechas, en 2022, el CEO de Tesla prometió que antes de acabar el año su paquete de asistentes a la conducción tendría el reconocimiento de ser considerado como un sistema de conducción autónoma. Nadie duda de que el Autopilot de Tesla es uno de los más efectivos del mercado, pero, aunque a muchos les cueste creerlo, se trata de un nivel 2 de conducción autónoma. Otros fabricantes como Mercedes ya ofrecen un nivel 4 de los cinco posibles (aunque no de forma comercial).
A pesar de que el 2022 fue un año excelente en las ventas, el curso se fue complicando para la sección de desarrollo de la conducción autónoma. Las numerosas llamadas al orden recibidas por las autoridades, incluyendo varias investigaciones de la NHTSA, y los muchos problemas de seguridad provocados por las últimas actualizaciones hicieron que Musk finalmente reculara. Ya en octubre, acabó reconociendo lo evidente: “Tesla no tendrá conducción autónoma este año”.
A finales del año pasado, Tesla desplegó la versión 11 de su programa FSD Beta. El hecho más importante es que por primera vez las funciones Autopilot y FSD quedaron unidas bajo una misma denominación. También se implementaron numerosas mejoras relativas al comportamiento, corrigiendo principalmente los fallos recurrentes en los giros de izquierdas en intersecciones. Durante estos meses, Tesla ha recopilado mucha información de sus usuarios y Musk cree que ahora sí (otra vez) están en disposición de lanzar un paquete de conducción autónoma total.
"Aquellos que usan la versión beta de FSD, han podido comprobar que las mejoras son bastante notables. Habrá un poco de dos pasos adelante y un paso atrás entre lanzamientos para aquellos que prueban las futuras versiones beta, pero la tendencia está claramente enfocada hacia la conducción autónoma total. Y dudo en decir esto, pero creo que lo haremos este año". Parece que ni el propio Musk confía ciegamente en sus propias palabras. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el salto tecnológico que requiere dicha promesa es absolutamente sobrecogedor.
Pasar de un nivel 2 a un nivel 5 de autonomía es prácticamente imposible. Aunque la tecnología lo permita, el uso de vehículos 100% autónomos está lejos de hacerse patente en las carreteras del mundo entero. En el verano de 2020 Europa aprobó las leyes relativas a la circulación de vehículos autónomos, siendo Alemania el primer país en permitir su uso aunque bajo unas estrictas medidas de seguridad. Cada país es libre de aplicar las restricciones que considere oportunas, pero muchas cosas han de cambiar en muy poco tiempo para que la predicción de Musk se cumpla.
