¿Quieres emociones fuertes en un coche eléctrico? Prueba con un Fórmula E de segunda mano

La empresa organizadora de la Fórmula E escucha ofertas de coleccionistas por todos los monoplazas de primera generación que serán sustituidos en la próxima temporada.

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21/08/2018 22:57
Actualizado a 18/10/2018 16:06

La primera etapa de la Fórmula E ha llegado a su fin y ahora, tras cuatro años de carreras urbanas alrededor del mundo, los 40 monoplazas eléctricos de primera generación buscan dueño. A partir de la próxima temporada, todos los equipos competirán con un nuevo coche eléctrico de segunda generación que podrá completar las 40 vueltas de las carreras sin que los pilotos tengan que cambiar de coche. Por este motivo, cada uno de los equipos contaba con cuatro unidades del mismo coche, idénticos para todos los equipos.

Una vez terminada su etapa competitiva, ha llegado el momento de la jubilación para los coches eléctricos de Audi-ABT-Schaëffler, Renault-E.dams, DS-Virgin y compañía. Lejos de desechar tal colección de bólidos de cero emisiones, la empresa organizadora de la Fórmula E habría puesto a la venta todos los monoplazas con el fin de recuperar parte de su inversión inicial. Con un precio de entre 170.000 y 250.000 euros, algunos de estos vehículos eléctricos de competición pasarán a formar parte de las colecciones más prestigiosas de automóviles.

La primera generación de monoplazas de Fórmula E cuentan con una potencia máxima de 200 kW (270 CV) que les permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3 segundos. La velocidad máxima de estos bólidos de carreras está limitada a 225 km/h, mientras que la potencia máxima en situación de carrera también se veía recortada hasta los 180 kW (240 CV). Esta última medida ayudaba a preservar los 28 kWh de capacidad energética de su batería durante al menos media carrera, habitualmente programada para durar unos 50 minutos en su totalidad. El chasis está compuesto de un monocasco de carbono en combinación con una estructura de aluminio, mientras que para los paneles de la carrocería se utiliza kevlar y fibra de carbono. Su peso total, incluyendo el piloto y las baterías, es de 800 kilogramos.

Ya que todos los coches de Fórmula E sin excepción tienen las mismas características, el precio de cada uno de ellos dependerá de su estado de conservación, del palmarés que tenga a sus espaldas y de otros criterios con base sentimental más que técnica. Todos los coches de la parrilla de la Fórmula E costaron 16 millones de euros (400.000 € cada coche) a la organización, que luego cobraba una especie de leasing a cada uno de los equipos participantes por hacer uso de ellos.

Los responsables de la Fórmula E, entre ellos su CEO, el español Alejandro Agag, no han dado oficialidad a la salida al mercado de los monoplazas, aunque según Bloomberg, es un secreto a voces. "Los coches están en perfecto estado. Nos han dado cuatro temporadas de competición excitante, intensa e impredecible. Sé que hay mucho interés por parte de coleccionistas, e incluso podrían ser utilizados en carreras", dijo Agag.

Para la próxima temporada, la tecnología de las baterías que equipan los nuevos coches de la Fórmula E de segunda generación ha evolucionado tanto que ahora será posible ver 45 minutos de competición de forma ininterrumpida; haciendo uso de una única carga de energía. Sin lugar a dudas, una prueba más de la rauda evolución que están viviendo los vehículos eléctricos en todos los ámbitos, desde las calles hasta los circuitos.

Sobre la firma
Jorge J. Castells

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