Rolls-Royce dice adiós a la combustión: no desarrollará más motores de gasolina

La centenaria casa inglesa Rolls-Royce está en pleno proceso de cambio. Los coches eléctricos de los de Goodwood están en camino, y acaban de anunciar que no desarrollarán más sus motores térmicos.

 Adiós a los motores V12 de Rolls-Royce.
Adiós a los motores V12 de Rolls-Royce.
02/02/2022 09:30
Actualizado a 02/02/2022 09:30

Antes o después tenía que pasar. Rolls-Royce no solo es la máxima representación del lujo, también es sinónimo de técnica y confort. Sus motores de combustión han estado, durante muchos años, en las listas de las mejores piezas de ingeniería. Siempre han optado por lo mejor de lo mejor y, ahora y durante los próximos años, lo mejor de lo mejor es la electrificación total. Los de Goodwood dicen adiós a una era para abrir una nueva e incluso mejor.

La "conducción fantasma" solo es algo que se puede experimentar al volante de un Rolls-Royce. Una pieza de orfebrería automovilística fabricada a mano que supone adentrarse en un mundo nuevo de sensaciones. Lujo, calidad, tecnología, diseño y confort son los elementos más destacados de cada una de las piezas de los de Goodwood. El decir adiós a sus motores térmicos no es un tema baladí para una empresa que sabe que sus coches son un símbolo de estatus social.

El espíritu del éxtasis no volverá ha ser cimbrado por sonido del V12 de 6,75 litros clásico de la casa. Los motores térmicos tienen fecha de caducidad en Goodwood; el 2030. Para entonces, Rolls-Royce se volverá 100% eléctrica. Una estrategia que llevará al límite la sensación de confort y la conducción fantasma que tan famosa ha hecho a la firma. En estos ocho años todos los modelos de la casa serán actualizados y modificados para tales características.

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Para 2030 Rolls-Royce sólo venderá coches eléctricos.

Parece mucho tiempo, pero para los ingleses el tiempo pasa más despacio. El Rolls-Royce Spectre será el primero en inaugurar la era eléctrica, y después se sumarán todos los modelos de la casa. El siguiente en hacerlo será el Rolls-Royce Cullinam. El excelso SUV de descomunales proporciones se verá actualizado en unos años. Lo mismo pasará con el Phantom y el Ghost. Uno a uno se irá haciendo una conversión propulsada por la normativa, y aceptada de buen gusto por la empresa.

Así lo ha confirmado el actual director de la casa, Müller-Ótvös, a la revista Autocar. Tal y como ha comentado, el electrificar toda la cartera de productos para una compañía tan pequeña como Rolls-Royce es una tarea enorme, pero la inversión requerida no se traducirá automáticamente en coches más caros. "Nunca cotizamos basados en costes, cotizamos en base al segmento y la esencia del propio modelo". Igualmente, se muestra esperanzado y animado por el cambio, sabiendo que serán capaces de llevar sus vehículos a una nueva era.

Obviamente, en esa nueva senda su marca matriz, BMW, tiene mucho que decir. Desde que los alemanes adquirieron Rolls-Royce, el intercambio de tecnologías y sistemas ha sido muy fluido. Esa estrecha colaboración será una vez más el punto de partida de este nuevo camino. Los eléctricos de BMW serán un excelente espejo donde mirarse, principalmente el próximo BMW i7 que está cerca de ver la luz. Por supuesto, los de Goodwood darán su toque especial, pero la tecnología será compartida.

Sobre la firma
foto Javier Gomara
Javier Gómara

Ingeniero de carrera y periodista de motor por placer y pasión. Redactor de Híbridos y Eléctricos desde 2021, cubriendo la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible.

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