Rust-Belt, o como aprovechar los vehículos eléctricos para crear empleo y riqueza

La región de Rust-Belt, en Ohio, está aprovechando la oportunidad que supone la electrificación del automóvil para recuperar y actualizar su tejido industrial haciendo crecer las oportunidades laborales.

 La región de Rust-Belt, en Ohio, está aprovechando la oportunidad que supone la electrificación del automóvil.
La región de Rust-Belt, en Ohio, está aprovechando la oportunidad que supone la electrificación del automóvil.
27/12/2019 12:47
Actualizado a 13/01/2020 14:30

La industria del automóvil se enfrenta hoy en día a uno de los cambios más radicales de su historia. Una revolución que tiene una consecuencia directa sobre el empleo y que necesita una respuesta política basada en la inversión en nuevas tecnologías y la capacitación de los trabajadores para la nueva industria. La región estadounidense de Rust-Belt ha surgido como un ejemplo para el mundo de que la electrificación de la industria automotriz no actúa como un destructor de empleo, sino como la salvación y la recuperación de una región industrial en decadencia.

La electrificación de la industria del automóvil, tal y como se conoce hoy en día, basada en la producción de vehículos de combustión necesitará, sin duda, menos empleados. Según Bloomberg, esta transformación podría eliminar paulatinamente alrededor de 80.000 empleos. Pero, tal y como pronostican los expertos, es una solución urgente e imprescindible para revertir el cambio climático y la destrucción del planeta.

Si bien la electrificación obliga a incorporar en los vehículos nuevos elementos mecánicos y sistemas electrónicos, la realidad es que los fabricantes de automóviles ya se están viendo obligados a emprender duros planes de reestructuración que se reflejan en la reducción de personal. Su objetivo es conseguir aumentar la competitividad en un marco de transformación de la industria hacia la movilidad eléctrica con grandes inversiones necesarias para desarrollar nuevas plataformas específicas para eléctricos, lanzar nuevos modelos, transformar fábricas y abordar la tecnología de la conducción autónoma

Rust-Belt Ohio

El ejemplo de Rust-Belt

Ante este panorama, una región como Rust-Belt, al noroeste de Ohio, en Estados Unidos, surge cómo un ejemplo de todo lo contrario. Su principal actividad económica está basada en la manufacturación relacionada con la industria pesada. A finales de la década de los 70 y comienzos de los 80 la crisis económica, que se cebó con la industria automotriz, ya hizo que esta zona industrial se enfrentase a un cambio, al que respondió con su preparación, tanto económica como formativa, en industrias emergentes como nanotecnología, biotecnología y tecnologías de la información.

Cuando era candidato a la presidencia, el ahora representante de Ohio en el congreso, Tim Ryan, se hacía esta pregunta "¿Qué haces con una industria que promete miles de millones de dólares de ganancias a corto plazo, a sabiendas de que está destruyendo este planeta? No podemos esperar a que en 2040 se prohíba la entrada de vehículos a gasolina, tenemos que inventar nuestra propia salida a esta situación". Ahora, consciente de la realidad, no quiere quedarse sentado esperando a que llegue otro cambio que acabe con ella. Ryan dice que hay que dejar de "perseguir chimeneas e industrias en declive para avanzar en la dirección correcta".

Las señales que mueven a Ohio en la dirección correcta

A principios de diciembre, General Motors anunció la creación de una nueva empresa conjunta con LG Chem para construir su propia fábrica de baterías en Estados Unidos. Con una capacidad de producción anual de 30 GWh, su ubicación definitiva será la localidad de Lordstown, Ohio, donde General Motos ha construido automóviles de combustión interna durante más de medio siglo.

Lordstown Ohio

Como parte de esta misma maniobra, General Motors vendió esa fábrica a Lordstown Motors, una startup de vehículos eléctricos afiliada a la empresa dedicada a la electrificación de vehículos Workhorse. Lordstown Motors planea convertirla en su centro de operaciones contratando a más de 1.100 personas como parte de su estrategia de crecimiento. Arno Hill, alcalde de Lordstown, espera que la ciudad se convierta en el gran centro de electrificación de camiones de Ohio, "estamos mirando hacia el futuro y haciendo lo mejor para Lordstown y sus residentes".

En la cercana población de Youngstown se encuentra un laboratorio de pruebas de prototipos de baterías para vehículos eléctricos. La Universidad Estatal de Youngstown tiene en marcha un programa de capacitación para estudiantes dirigido íntegramente a la industria de la movilidad eléctrica. Según Mike Hripko, vicepresidente asociado de desarrollo económico y relaciones gubernamentales de la universidad, el objetivo de esta formación es que sean los propios ciudadanos locales los que se hagan cargo del futuro de la región.

Hace unas semanas, en Columbus, la capital del estado de Ohio, los representantes estatales anunciaron nuevos planes para ampliar la adopción de vehículos eléctricos. Presentaron un proyecto de ley que incluye un crédito fiscal de 500 dólares de ayuda a particulares para la compra de un vehículo eléctrico y otro de 1.000 dólares por vehículo, con un máximo de 10, para las flotas comerciales. Además, se añade una ayuda de 1.500 dólares para la construcción de estaciones de recarga.

El senador Michael Rulli afirmó que el objetivo es que Ohio se sitúe entre los tres principales estados del país en la adopción de vehículos eléctricos y que una parte cada vez mayor de esos vehículos se construya y fabrique con componentes locales.
Sobre la firma
foto gonzalo garcia
Gonzalo García

Redactor y probador especializado en vehículos eléctricos y movilidad sostenible. Escribe en Híbridos y Eléctricos desde 2017. Es ingeniero de Caminos por la Universidad Politécnica de Madrid y Técnico especialista en vehículos híbridos y eléctricos por la SEAS. Ha trabajado en medios como Movilidad Eléctrica y Km77.