Tesla, ante el riesgo de perder miles de ventas en China

Tesla podría sufrir un duro revés en China después de que el gobierno de Xi Jinping incluyera los automóviles eléctricos entre los productos estadounidenses que pagarán mayores aranceles.

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05/04/2018 12:11
Actualizado a 18/04/2018 16:58

Las últimas noticias en materia de política internacional no benefician en absoluto a Tesla, la compañía de coches eléctricos dirigida por Elon Musk. Tesla podría sufrir un duro revés en China después de que el gobierno de Xi Jinping incluyera los automóviles eléctricos entre los productos estadounidenses que pagarán mayores aranceles. Esta medida es la respuesta de China al incremento arancelario impuesto por Donald Trump en EEUU a cuantiosos bienes de origen chino, incluidos los coches.

Mientras que la medida afecta a todos los coches importados del país norteamericano, Tesla corre mucho más riesgo que el resto de fabricantes, ya que únicamente produce sus coches en Estados Unidos. En cambio, otros fabricantes de automóviles estadounidenses como General Motors y Ford cuentan con la ventaja de que fabrican en China. Ahora que se conoce esta medida, Elon Musk tendrá mucho más interés del que ya venía mostrando en abrir una fábrica en el país asiático.

China es el mercado individual más grande después de Estados Unidos, según los datos compilados por Bloomberg, y un incremento en las tarifas amenazaría a las compañías extranjeras de quedarse fuera de un mercado tan competitivo en el que los fabricantes locales tienen una mayor ventaja en los precios.

"El aumento en la recaudación impositiva perjudica más a Tesla, ya que aún no ha comenzado la producción local en China", dijo Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China. "En el caso de GM y Ford, siempre pueden beneficiarse de que sus coches son producidos en China".

Tesla ha estado trabajando con el gobierno de Shanghai desde el año pasado para iniciar el ensamblaje de sus automóviles eléctricos en China, pero aún no ha podido firmar un acuerdo. El trato no ha llegado a buen puerto porque las dos partes no están de acuerdo con la estructura de propiedad de la fábrica propuesta, según informaron personas con conocimiento directo de la situación el pasado mes de febrero.

El fabricante de automóviles estadounidense ya está obstaculizado en la actualidad por un impuesto de importación del 25 por ciento en China, lo que catapulta el precio de sus coches eléctricos más allá del alcance del consumidor medio. Un arancel adicional relegaría a Tesla a un nicho de mercado demasiado exclusivo, únicamente al alcance de los más ricos.                                                                                             

Tesla vendió 14.883 vehículos en China el año pasado, representando solo el 3 por ciento de las ventas de vehículos eléctricos a batería de la nación y colocando la marca de Elon Musk en el décimo puesto de su segmento. China representó el 17 por ciento de los ingresos de Tesla el pasado año, según los datos Bloomberg, así que el riesgo que suponen más aranceles podría ser mayúsculo.

En los primeros dos meses del año, se importaron 36.000 vehículos de EEUU a China, incluyendo las marcas Tesla, Lincoln y Mustang. Algunos fabricantes de automóviles europeos, como Daimler y BMW, también venden automóviles de fabricación estadounidense en China, por lo que también se verían afectados por la medida. El pasado mes de febrero, China importó 2.323 vehículos con motores eléctricos de los EEUU, de los cuales 2.160 eran coches eléctricos de Tesla.

Sobre la firma
Jorge J. Castells

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