La expectación creada por el Fisker Ocean se vio algo enturbiada por los problemas de producción que Fisker admitió. Era un problema de juventud en la fábrica de Graz, Austria, donde Magna Steyr lo ensambla para los americanos. Según los datos de la propia compañía, tras arrancar la producción a principios de año, el primer trimestre serviría para estabilizar el ritmo. Su objetivo era alcanzar 300 Fisker Ocean, aunque la realidad se quedó varada en las 55 unidades. En el segundo, se ha repetido la historia. En vez de las 1.400-1.700 unidades previstas, el contador se paró en 1.022.
Ahora, Fisker parece olvidar estos problemas. Así parece demostrarlo la apertura de tres nuevos mercados en Europa: Bélgica, Países Bajos y Suiza que se unen a Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Noruega, Suecia y el Reino Unido (así como Estados Unidos y Canadá). En todos estos países el Fisker Ocean se puede reservar y pedir inmediatamente a través de sitios web específicos locales.
Desde la primera entrega a un cliente en Dinamarca, a principios de mayo, son 12 los mercados en los que es posible adquirir un Ocean. En los nueve anteriores ya se están realizando las entregas previstas mientras que, según el fabricante, en los tres nuevos comenzarán a finales de septiembre. Fisker también apuesta por el modelo de venta directa en los tres nuevos países. Por ahora, no se sabe nada de cuándo llegará al español, aunque aquí ya tiene precio.
A pesar de estas nuevas aperturas, Fisker volvió a reducir recientemente su previsión de producción para 2023 que ahora se ha fijado entre 20.000 y 23.000 unidades. Inicialmente, se habían previsto más de 42.000 para este año que, ya en mayo, sólo unos días después de la primera entrega, se habían rebajado a una horquilla que se movía entre los 32.000 y 36.000 antes de este último ajuste de agosto. En el trasfondo de estas dificultades para cumplir con las previsiones están, al parecer, los problemas de un proveedor que ha solicitado más tiempo para aumentar su capacidad de producción.
"Es increíblemente emocionante expandirse a nuevos países europeos", afirma Henrik Fisker, director ejecutivo y fundador de la marca. "En última instancia, queremos vender nuestros vehículos en todo el mundo, pero crear una fuerte presencia temprana en Europa siempre ha sido una de nuestras principales prioridades".
Con 4,77 metros de largo y una distancia entre ejes de 2,92 metros, el Ocean juega en el mismo segmento que el Tesla Model Y, donde la competencia está siendo brutal, sobre todo por las marcas procedentes de Asia. Sin embargo, la receta del Ocean es muy atractiva y así lo demuestra en cada una de sus cifras.
Su sistema eléctrico está formado por uno o dos motores eléctricos que generan entre 208 kW (279 CV) y 416 kW (557 CV) de potencia, alimentados por una batería NCM de 100 kWh de capacidad con la que homologa autonomías que van entre los 610 y los 708 km. A día de hoy, no hay modelo similar capaz de batirle en rango, al menos homologado. A todos esos ingredientes hay que sumar un precio muy competitivo.
El Fisker Ocean base está disponible en España a partir de 41.900 €, más barato que un Model Y de tracción trasera que hoy cuesta 46.490 €. Gracias al Plan MOVES III el precio puede rebajarse hasta 7.500 euros. La versión de mayor autonomía, denominada Ocean Extreme, cuesta 70.000 euros. El Ocean lo ensambla en Austria, en la fábrica de Graz, Magna Steyr, una de las compañías más reputadas de la industria, lo que es sinónimo de calidad.
