En plena explosión de los motores eléctricos en el panorama internacional nos encontramos con un debate que cobrará sentido en los próximos años. ¿Cómo harán los fabricantes de superdeportivos para diferenciarse de la competencia? Esta es una cuestión que es fundamental tener en cuenta. Lamborghini es una de esas marcas que están en pleno proceso de electrificación. Aún no se dispone de variantes híbridas o eléctricas, (salvo el concept del Lanzador) pero se sabe que terminarán por ofrecer estas opciones.
Ahora bien, ¿significa esto que producirán propulsores eléctricos propios? Lo cierto es que lo más probable es que no. Esto es así debido, sobre todo, al problema relacionado con la propia eficiencia de esta tecnología. Los motores convencionales de combustión sí cuentan con tecnologías diferenciales entre fabricantes. En este caso, la firma italiana se caracteriza por montar el clásico V12 atmosférico, que puede resultar muy diferente a cualquier alternativa con turbo.
El porqué de la no fabricación de motores eléctricos por parte de Lamborghini
Seguro que alguna vez has leído o escuchado algo sobre la increíble sencillez de los motores eléctricos, ¿verdad? La eficiencia de estos productos es muy notable, por lo que las mejoras que se pueden obtener son ya muy residuales. Cabe precisar que una de las principales características de este tipo de propulsores es su capacidad para entregar todo el par desde el primer momento. Esto no ocurre en los motores térmicos, ya que solo ofrecen el pico máximo durante un rango de revoluciones determinado.
Lamborghini cree que la gran diferenciación que tendrán sus automóviles con mecánicas eléctricas radicará en otros aspectos relacionados con el desempeño. La suspensión, transmisión y controles aerodinámicos, serán algunos de los elementos en los que se centrará el fabricante italiano, tal y como ha asegurado Rouven Mohr, director de tecnología, en declaraciones a The Drive. Se espera que el desarrollo de patentes no sean compartidos con otras firmas del grupo o resto de fabricantes del mercado.
Es importante tener en cuenta, no obstante, que Lamborghini lleva unos años bajo las órdenes del grupo Volkswagen. De hecho, algunas de sus creaciones comparten muchas piezas con otros modelos de la marca. El mejor ejemplo de ello es la combinación de sinergias que ha habido entre el Huracán de Lamborghini y el R8 de Audi. Se antoja un futuro en el que aspectos decisivos como los mencionados anteriormente serán los que determinen el futuro de la industria.
Los pequeños detalles, por tanto, serán los que marcarán la diferencia a la hora de comprar un automóvil con el logotipo de Lamborghini o de cualquier otro fabricante de Volkswagen. Estas compañías, sin duda alguna, se enfrentan a un futuro algo más complicado. Mantener la diferenciación parece que será más complicado, por lo que deben realizar inversiones más notables ahora para garantizarse la ventaja competitiva después.
