La industria de la bicicleta propone deducciones en IRPF, rebajas de IVA y exenciones fiscales

AMBE propone incentivos fiscales concretos para impulsar y apoyar la compra, el uso y el alquiler de bicicletas como medio de transporte alternativo, limpio y sostenible.

Son necesarias nuevas medidas que apoyen y promuevan el uso y la compra de bicicletas.
Son necesarias nuevas medidas que apoyen y promuevan el uso y la compra de bicicletas.
24/06/2025 14:00
Actualizado a 24/06/2025 14:00

Con motivo del Día Mundial de la Bicicleta, desde la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) hemos presentado un estudio que marca un antes y un después en la forma en que nuestro país puede fomentar el uso de la bicicleta: mediante incentivos fiscales concretos, realistas y alineados con las mejores prácticas europeas.

El informe, elaborado por el Institut d’Economia de Barcelona y la Universidad de Barcelona, plantea propuestas fiscales que ya disfrutan otros medios de transporte como coches, motos o furgonetas, y que se aplican con éxito en varios países de nuestro entorno. La bicicleta y las bicicletas de carga, a pesar de sus beneficios demostrados para la salud, la economía y el medio ambiente, siguen siendo tratadas de forma discriminatoria en nuestro sistema tributario. Y esto debe cambiar.

Las propuestas son claras, están fundamentadas académicamente y responden a una demanda creciente de la ciudadanía y del tejido empresarial. A continuación, resumo las principales medidas planteadas.

Propuestas fiscales para un impulso efectivo de la bicicleta 

1. Deducción estatal en el IRPF por la compra de bicicletas

Se propone una deducción del 15% por la adquisición de bicicletas mecánicas (hasta 1.000 €) y eléctricas (hasta 3.000 €). Esta medida, similar a la que ya se aplica a vehículos eléctricos, permitiría que familias y trabajadores accedan a medios de transporte sostenibles con un ahorro directo en su declaración de la renta.

Deducción IRPF
Se podría deducir hasta un 15% en el IRPF:

2. Creación de la figura de “bicicleta de empresa”

Permitiría a las empresas ofrecer bicicletas a sus trabajadores para uso laboral y personal, valoradas como renta en especie pero con una exención fiscal de hasta 2.000 €, además de una reducción del 50% sobre el exceso. Esto fomentaría la movilidad sostenible desde el tejido productivo.

3. Exención fiscal por uso de la bicicleta para ir al trabajo

Se plantea una cuantía exenta de 0,26 €/km recorrido en bici para ir al trabajo, aplicable mediante sistemas como los “tiques de movilidad”. Este incentivo, ya presente en otros países, haría que pedalear al trabajo fuera no solo saludable, sino también rentable.

4. Deducción del IVA soportado por empresas y profesionales

El estudio propone que empresarios y autónomos puedan deducirse el 50% del IVA soportado en la compra, alquiler y mantenimiento de bicicletas y bicicletas de carga para la logística, asumiendo un uso mixto (personal/profesional). Es la misma lógica que ya se aplica a coches y motos en nuestro país.

Deducción IVA
El estudio aboga por la reducción del IVA hasta el 6%.

5. Reducción del IVA en la compra, alquiler y reparación de bicicletas

Se solicita una rebaja del IVA para estos servicios, como ya sucede en Portugal, donde desde 2023 las bicicletas y el resto de ciclos están gravadas con un IVA reducido del 6%. Esto haría que los precios sean más accesibles para todos los ciudadanos.

6. Incentivos en el Impuesto de Sociedades

Las empresas podrían deducirse el 10% del importe invertido en bicicletas para los desplazamientos de sus empleados, hasta 150 € por bicicleta eléctrica y 50 € por bicicleta mecánica. Un paso lógico para promover la sostenibilidad corporativa.

Deducción Impuesto de Sociedades
Propone la deducción de hasta un 10% del Impuesto de Sociedades.

Estas medidas no son futuribles. Son perfectamente asumibles dentro de nuestro marco fiscal, de implementación inmediata y con experiencia exitosa contrastada en los países de nuestro entorno.

Sector y Administración unidos en el impulso a la bicicleta

Durante la presentación de este estudio, contamos con la participación de Sheila Ferrer, coordinadora de la Oficina de la Bicicleta del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Ferrer confirmó que ya se están trabajando algunas de estas medidas conjuntamente con el Ministerio de Hacienda. Es una señal inequívoca de que, aunque los pasos son lentos, avanzamos. Y avanzamos en la dirección correcta: hacia un sistema fiscal más sostenible que favorezca el uso de un medio de transporte limpio, accesible y que genera empleo en España como es la bicicleta.

Además, este año el Gobierno ha anunciado por primera vez una línea de ayudas estatales para la compra de bicicletas, bicicletas eléctricas y cargo bikes, previsiblemente en marcha en el último cuatrimestre. Es una gran noticia que debe ir acompañada de un marco fiscal coherente.

Un modelo que ya funciona a escala autonómica

Comunidades autónomas como La Rioja y la Comunidad Valenciana han puesto en marcha deducciones por la compra de bicicletas en su tramo autonómico del IRPF, comprobando, con datos, el éxito de la medida y la acogida por parte de la ciudadanía. Los resultados siempre superan las expectativas cuando se apuesta decididamente por medidas que combinan sostenibilidad, impulso a la industria estatal  y ahorro económico para familias y empresas.

Estos casos demuestran que los incentivos no solo son efectivos, sino necesarios. No podemos seguir considerando la bicicleta solo como un asunto de ocio o salud. Es también un motor de desarrollo económico, innovación y empleo.

Más de 24.000 empleos directos

El sector de la bicicleta en España emplea a más de 24.000 personas de manera directa. Detrás de cada bici vendida o reparada hay personas, empresas, logística, innovación y valor añadido. Promover su uso no solo beneficia al ciudadano, también dinamiza una industria local que apuesta por la sostenibilidad, la movilidad y la generación de empleo de calidad.

Es hora de que los ministerios con competencias económicas —como Hacienda o Industria— reconozcan su papel en este ámbito. El fomento de la bicicleta no puede seguir siendo solo competencia de las áreas de transporte, salud o medio ambiente. Necesitamos una mirada transversal que entienda que pedalear es también activar la economía.

La Estrategia Estatal por la Bicicleta como hoja de ruta

España ya cuenta con una Estrategia Estatal por la Bicicleta, una hoja de ruta consensuada entre la Administración y el ecosistema ciclista, que marca objetivos claros. Pero, para que esa estrategia tenga un impacto real, debe estar respaldada con recursos y políticas fiscales valientes, justas y alineadas con la apuesta por un desarrollo más sostenible.

Este estudio que hemos presentado no es solo una propuesta de medidas: es una invitación a actuar. Porque, si queremos una España mejor, debemos apostar con decisión por la bicicleta. Y el sistema fiscal debe dejar de ser un obstáculo para convertirse en un verdadero aliado.