Desde hace meses vienen sonando serios rumores sobre la posible adquisición de Maserati al grupo automovilístico Stellantis. Sin embargo, desde la compañía desmienten continuamente tales afirmaciones diciendo que el futuro de la marca italiana está garantizado dentro del conglomerado. Ahora, un nuevo informe publicado por el medio La Tribuna de Automoción vuelve a apuntar en esta dirección. ¿Realmente está Maserati a punto de ser adquirida?
En esta ocasión, el rumor llega a raíz del interés del grupo chino Dongfeng en hacerse con el total de la compañía italiana. Según el mencionado medio, las primeras conversaciones ya habrían tenido lugar. Pese a ello, todavía no hay ningún tipo de noticia oficial de ninguna de las partes (Stellantis, Maserati o Dongfeng). Pero, ¿por qué el interés en la compra de esta compañía?
Maserati podría acabar en manos chinas, según las últimas noticias
Stellantis lleva varios meses con conocidas pérdidas económicas. Algunas de sus marcas no están dando los resultados esperados. Por ello se llegó a rumorear incluso el interés de vender algunas de sus compañías. No obstante, como ya hemos mencionado, esto no se confirmó oficialmente, por lo que habría que tomar esta información con cautela.
Ahora, todo esto vuelve a sonar debido a que en Maserati las ventas no terminan de despegar. Los rumores sobre la venta de esta compañía no han cesado; tampoco con la llegada de Antonio Filosa como nuevo CEO de Stellantis. Pese a ello, y según el mencionado medio español, el gobierno italiano no estaría por la labor de que esta venta llegase a producirse.
Parece que uno de los problemas que podría encontrar Stellantis a la hora de vender Maserati al grupo chino Dongfeng, podría venir directamente desde el gobierno italiano. Concretamente, este ejecutivo habría puesto importantes ‘peros’ a que esta marca pasara a manos orientales. Los intereses chocarían frontalmente con la ley ‘Made in Italy’ que promueve el gobierno. De hecho, esto no sería la primera vez que sucede.
Existe el ejemplo de las muchas tiranteces existentes entre el gobierno de Italia y Stellantis, como el necesario renombre del Alfa Romeo ‘Milano’ por ‘Junior’ como consecuencia de no ser producido en el país transalpino.
Otro ejemplo fue lo sucedido en el año 2009. La por entonces canciller alemana, Angela Merkel, se opuso rotundamente a la venta de Opel a la canadiense Magna y a su socio ruso Sberbank. Sin embargo, sí dio su consentimiento en 2017 para que pasara a manos del Grupo PSA y, posteriormente, a Stellantis.
Finalmente, otra de las opciones que se barajan para esto es que los chinos se hagan con una parte de la compañía, y no en su totalidad. Con ello se llevaría a cabo una unión que ya existe en otras firmas del sector, como Porsche y Rimac con Bugatti o Mercedes-Benz y Geely con Smart. Esta asociación podría ser mutuamente beneficiosa, siendo Maserati la parte más beneficiada pues podría recibir así tecnología y fondos suficientes como para desarrollar nuevos modelos y crecer así en ventas.