Tesla vuelve a estar en el centro del debate sobre conducción autónoma, y esta vez no precisamente por sus avances. Una prueba muy visual —y muy viral— ha vuelto a encender la discusión: ¿puede realmente Tesla competir con otras marcas que sí apuestan por el LiDAR? La respuesta corta: todavía no.
Tesla promete autonomía total… pero sigue en nivel 2
Elon Musk ha insistido durante años en que Tesla liderará la revolución de la conducción autónoma. Sin embargo, lo cierto es que, a día de hoy, todos sus modelos, incluido el popular Model Y, apenas alcanzan un nivel 2 de autonomía (en una escala que llega hasta el nivel 5). Muy lejos del objetivo de que el conductor sea solo un pasajero más.
Mientras tanto, marcas como Volvo, Mercedes o NIO están apostando fuerte por tecnologías más completas, especialmente el LiDAR, un sensor capaz de "ver" el entorno en 3D con muchísima precisión, incluso en condiciones meteorológicas difíciles.
El problema de Tesla: cámaras que no ven bien bajo presión
Tesla ha decidido prescindir de radares y sensores ultrasónicos para apoyarse exclusivamente en cámaras. ¿La razón? Es más barato, y Musk cree que la inteligencia artificial puede suplir lo que el hardware no da. Pero el problema es que, en la práctica, eso no está funcionando del todo bien.
Una reciente prueba realizada por el ingeniero y youtuber Mark Rober (con millones de seguidores) se ha hecho viral por una razón muy clara: muestra cómo el Autopilot de un Tesla se estrella contra una pared pintada como en los dibujos del Coyote y el Correcaminos. Literal.
El experimento: LiDAR vs cámaras, cara a cara
Rober diseñó una serie de pruebas en distintas condiciones: buena visibilidad, lluvia, niebla y obstáculos simulados. En todas ellas, el Volvo EX90 con tecnología LiDAR logró detectar peatones, cambios en la carretera y objetos en su trayectoria. El Tesla, no tanto.
En la prueba final, Rober pintó una falsa carretera que terminaba en una pared decorada como si fuera una continuación del asfalto. El Volvo la detectó y frenó a tiempo. El Tesla no: siguió recto y se la comió.
¿Y ahora qué? Tesla ante su dilema más serio
Esto no es solo una anécdota. Pone sobre la mesa un problema de fondo: las cámaras aún no igualan la precisión y fiabilidad del LiDAR, sobre todo cuando la seguridad está en juego.
Tesla deberá decidir si mantenerse fiel a su visión basada en software y cámaras, o si empieza a admitir que, para avanzar en conducción autónoma, se necesita más que eso.
Mientras tanto, queda claro que, hoy por hoy, ningún Tesla se acerca al nivel 5 de autonomía, por mucho que Musk lo prometa. Y que otros fabricantes, aunque más discretos, están avanzando de forma más sólida en esta carrera.