La energía eólica está creciendo a marchas forzadas. Desde hace un tiempo, están viéndose alternativas basadas en productos ecológicos, una apuesta que puede tener un gran potencial teniendo en cuenta lo rápido que está creciendo el sector. Ahora, un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL) de Estados Unidos ha conseguido producir palas a turbinas a partir de residuos. Se trata de una línea de investigación que podría hacer todavía más sostenible el sector energético a lo largo de los próximos años.
Es posible fabricar palas de 9 metros de aerogeneradores a base de restos que terminarían en el vertedero
Para poder entender la clave de esta nueva fórmula de producción es necesario hacer mención al término PECAN. Siendo las iniciales de PolyEster Covalently Adaptable Network, se trata de una especie de resina que está formada con restos típicos que podemos ver en un vertedero convencional. Mediante un tratamiento que se realiza para obtener el material requerido, basta con introducir la composición en un molde para obtener palas de 9 metros.
Se trata de un proceso mucho más limpio que el que hay detrás de la fabricación de las palas convencionales que hay en la industria de la energía eólica. Estos últimos están producidos con un material denominado epoxi, cuya producción supone hasta un 30% de consumo adicional de energía. De igual modo, el coste de producción de esta nueva propuesta basada en la resina PECAN se reduce un 40% en relación con el método tradicional. Las ventajas, por tanto, son evidentes, lo cual ha llevado a este equipo de trabajo a mantener su apuesta por la introducción del nuevo compuesto.
Esta nueva composición ha sido sometida a multitud de pruebas relacionadas con el rendimiento y la durabilidad. Ha mostrado un gran resultado en todas ellas, por lo que la principal diferencial existente entre ambas alternativas radica en la presencia de un mayor ahorro energético y apuesta por el reciclaje. De hecho, la resina PECAN es fácilmente tratable. Cumplida la vida útil de esta tecnología, se puede descomponer este material mediante un tratamiento especial.
Se espera que a lo largo de los próximos meses se produzca la producción de palas de 9 metros y otras con una longitud superior para demostrar la viabilidad de esta tecnología. Por el momento, no se cuenta con encargos por parte de empresas que se encarguen del desarrollo y producción de turbinas, pero lo cierto es que, teniendo en cuenta la gran competitividad de este producto, no sería extraño ver algún que otro pedido en el corto plazo.