El Coche de los Estudiantes de Skoda se ha convertido en un clásico. Organizado desde 2014, se acaba de presentar la décima edición, ya que en 2021 no se pudo celebrar por la pandemia. En esta ocasión, el coche presentado es perfecto para los amantes de las bicicletas, y además, al ser híbrido enchufable porta la etiqueta Cero de la DGT. Mejor, impoible.
Se trata de un Skoda Superb Combi transformado en un vehículo de apoyo para carreras ciclistas, pero con algunas modificaciones que lo convierten en un coche único. Sobre él han trabajado 28 alumnos que escriben un nuevo capítulo en esta singular iniciativa.
Un guiño a los inicios de Skoda y a su apoyo al mundo ciclista
La marca checa siempre ha estado muy arraigada al mundo ciclista, ya que Skoda comenzó en 1895 fabricando bicicletas. En la actualidad, sigue manteniendo una profunda conexión con las bicis y carreras ciclistas, como patrocinador desde hace mucho tiempo de importantes eventos ciclistas internacionales, entre ellos el Tour de Francia.
Esta creación se denomina Skoda L&K 130 y combina los colores rojo, blanco, dorado y negro, que rememoran los primeros días de la compañía fundada por Václav Laurin y Václav Klement. Con el apoyo de profesores y expertos de diferentes departamentos, los alumnos invirtieron más de 2.000 horas de trabajo en la planificación, desarrollo y producción del coche. Es la primera vez que los estudiantes se basan en un Superb Combi, y también es la primera vez que se trata de un vehículo híbrido enchufable.
Perfecto como apoyo en carreras ciclistas, las modificaciones de la carrocería crean una zona de carga extensible, similar a la de una pick-up, para transportar bicicletas de carreras de repuesto, una ventana trasera detrás de los asientos traseros que separa el interior de la zona de carga abierta y una puerta trasera derecha equipada con un mecanismo de corredera completamente nuevo. Cuando se abre la puerta, no interfiere con la vía, ya que no se abre hacia fuera, por lo que se puede abrir con seguridad en cualquier momento, incluso con ciclistas acercándose y adelantando al vehículo de apoyo.
Para crear una zona de carga funcional y deslizable, los estudiantes realizaron diversas modificaciones. Cortaron el techo del coche familiar detrás de los pilares C, reforzaron las partes restantes del habitáculo, modificaron los pilares B y C y acortaron los rieles del techo.
Por otro lado, el maletero original ha sido sustituido por una nueva plataforma de carga baja. Con solo pulsar un botón, esta se puede extender hacia atrás junto con el nuevo portón trasero, gracias a un exclusivo mecanismo de cremallera y piñón. Esto facilita la descarga de una bicicleta de repuesto para un ciclista durante una carrera, si es necesario. La plataforma cuenta con dos portabicicletas de serie, y cuando se retrae junto con el portón trasero, los soportes con las bicicletas se inclinan hacia arriba en un ángulo de 35 grados, de modo que el vehículo tiene la misma longitud que el Škoda Superb Combi original. Una baca ofrece espacio para una tercera bicicleta.
El sistema de propulsión híbrido enchufable no tiene novedades y es el mismo que lleva cualquier Škoda Superb Combi iV convencional. El propulsor de gasolina 1.5 TSI rinde 110 kW (150 CV) y se combina con un motor eléctrico para desarrollar una potencia total de 150 kW (204 CV). La batería de alto voltaje tiene una capacidad bruta de 25,7 kWh y “proporciona una autonomía eléctrica suficiente para que el vehículo sea ideal como coche de apoyo en carreras ciclistas”, explica Skoda.
Un interior adaptado a las necesidades de un equipo ciclista
En el habitáculo están presentes los mismos colores que en el exterior. Es decir, el rojo, el blanco, el dorado y el negro, en los asientos, paneles de las puertas y salpicadero, con materiales reciclados. Mientras, el logo 130 years está bordado en las fundas de los asientos deportivos delanteros.
Para satisfacer las necesidades de cualquier equipo, los alumnos han integrado una pantalla adicional en el lado del acompañante del salpicadero que muestra los datos necesarios para ayudar a los ciclistas. Gracias a una conexión permanente a Internet, los datos están siempre actualizados. También se ha instalado una radio para la comunicación dentro del equipo.
En lugar del asiento trasero izquierdo hay una nevera para botellas de agua. Una gran red de almacenamiento bajo el techo de la cabina sirve para guardar objetos pequeños, como barritas energéticas o vendajes. Además, el técnico de servicio situado en el asiento trasero derecho también dispone de su propia pantalla en el respaldo del asiento del copiloto.
El coche en cuestión es un prototipo y no llegará a producción, pese al deseo de muchas personas, especialmente, de los amantes al ciclismo. No obstante, el Skoda L&K 130 se exhibirá este verano en la 112ª edición del Tour de Francia, que se celebrará del 5 al 27 de julio de 2025.