Basta con poner un pie en Estados Unidos para descubrir que el mercado automovilístico local no se parece en absolutamente nada al europeo. Los conceptos son radicalmente opuestos, pero eso no quita para que en Europa estemos deseosos de probar algo nuevo y diferente. La competencia entre firmas permitirá a Ford explorar un nuevo posicionamiento de marca. "Americanizar Europa" será su objetivo a medida que sus coches eléctricos lleguen al mercado continental. Los americanos quieren renovar su flota, decir adiós a lo viejo e introducir modelos nuevos.
El ejemplo más claro ha sido el adiós del Fiesta. El utilitario del óvalo se ha situado como clara referencia en la categoría desde hace casi 50 años. Su historia ha ido asociada a la expansión de Ford en el Viejo Continente. Caso similar es el del Focus, un compacto que vive sus últimos días en Europa a la espera de un reemplazo completamente eléctrico. Ford está cambiando su estrategia para este lado del Océano Atlántico. La llegada de los eléctricos les brinda la posibilidad de ofrecer algo que sólo ellos pueden: una visión americana del mercado.
Para finales de la década, Ford quiere convertirse en una marca libre de vehículos de combustión. En estos años la gama va a cambiar radicalmente: el Fiesta cesa ya su producción y el Focus hará lo mismo en 2025. A partir de entonces la oferta se centrará exclusivamente en modelos SUV, que se irá pasando a lo eléctrico poco a poco. El encargado de comunicar esta nueva estrategia de posicionamiento ha sido el propio jefe de marketing de Ford en Alemania, Christian Weingaertner. Los americanos ven en sus próximos pasos una oportunidad ideal para renovar su eslogan comercial, "Espíritu aventurero", que, según ellos, representa los valores estadounidenses de libertad, actividades al aire libre y aventura.
El posicionamiento de la gama irá vinculado a este nuevo eslogan. El Ford Mustang será la versión más extrema (Wild Performance), el Puma se acompañará del lema Urban Escape, el Explorer se ligará al concepto Active Adventure, mientras que la Ranger será el vehículo Ultimate Outdoor. A esos modelos, que ya están presentes en el mercado, se unirá el Ford Bronco a partir de la primavera y dos nuevos modelos 100% eléctricos basados en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen. Por el momento, se desconocen sus nombres y su fecha concreta de lanzamiento, pero serán los primeros EV en nacer de la asociación entre marcas.
Cuestión de números
Ford quiere que te pases a los eléctricos y a los SUV ¿por qué? Pues por una sencilla cuestión de números. Los SUV y los eléctricos dejan márgenes de rentabilidad muy superiores a los de modelos convencionales. En los últimos años, la marca americana ha tenido problemas para alcanzar la rentabilidad en Europa. Las pérdidas de 2021 han dejado paso a los beneficios en 2022 y la idea es seguir por esa línea a medida que se ofrece un punto de vista diferente al conservador mercado continental. Aportar algo diferente está en manos de los americanos.
Esto puede suponer la llegada de nuevos modelos, más allá de los acordados en la joint-venture con Volkswagen. La Ford F-150 Lightning puede tener así abierta la puerta a su desembarco europeo, así como las futuras versiones planeadas para el Ford Mustang Mach-e. A finales de la semana pasada ya se confirmó la llegada de una variante coupé a la gama con el lanzamiento de su próxima generación. Tal y como ha confirmado el propio Weingaertner a Automotive News, lo que se busca es más rentabilidad sin importar el volumen. Está claro que no serán los modelos más populares del mercado, pero si cada venta deja unos buenos dólares en las arcas de la compañía, bienvenidos sean.
