El 2024 ya está aquí. Los 12 meses de 2023 quedaron atrás en un abrir de ojos. El año ha sido intenso en cuanto a lanzamientos y cifras, pero es ahora cuando toca mirar atrás y analizar si ha sido un buen o mal curso. En Volkswagen tienen sentimientos encontrados. Si bien las ventas han crecido con respecto al 2022, el crecimiento no ha sido tanto como esperaban. La división de eléctricos ha registrado varios récords, pero las perspectivas no fomentan la alegría. En 2023, la marca Volkswagen, que no el conglomerado, vendió un total de 394.000 coches eléctricos en todo el mundo, un aumento del 21% con respecto al año anterior.
Durante mucho tiempo, el Grupo Volkswagen, con su marca estrella a la cabeza, ha peleado con Toyota por ser el mayor fabricante de coches del mundo. Tras turnarse el liderazgo de la industria con los japoneses, la etapa eléctrica está suponiendo el mayor reto al que se han tenido que enfrentar los alemanes. El 2023 ha demostrado ser un buen año, las cifras han sido muy superiores en todos los trimestres y sus principales mercados han sido China, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Francia, Noruega y Bélgica. Sólo en China el Volkswagen ID.3 ha registrado un total de 75.000 matriculaciones en todo el año, un 200% que en el curso anterior.
Un buen 2023 con una mala perspectiva para el 2024
La participación de Volkswagen en el mercado eléctrico ha sido del 8,1%, muy lejos de los registros obtenidos por las dos grandes compañías de la industria: BYD, que ha firmado un récord anual con 1,6 millones de coches eléctricos matriculados, 3,01 millones de vehículos NEV en total, y Tesla, que, una vez más, se ha convertido en la marca favorita de los conductores con más de 1,8 millones de unidades vendidas en todo el mundo. Tesla y BYD han estado jugando todo el año a ver quién acababa en primera posición y, aunque los chinos no han logrado superar a los americanos, todo apunta a que en 2024 completarán el sorpasso. Sin embargo, no todos los analistas comparten esa suposición.
Volviendo a Volkswagen, a lo largo de los últimos 12 meses ha tenido numerosos y recurrentes problemas en las líneas de montaje. Las fábricas han paralizado su actividad en varias ocasiones por la falta de algunos componentes claves y por la baja solicitud de pedidos. Líneas tan importantes como la del ID.3 en Zwickau. En más de una ocasión, el CEO de Volkswagen, Thomas Schäfer, ha comentado que la compañía ya no es tan rentable como solía ser. La misma situación se puede expandir a todo el Grupo Volkswagen. Tal es la inestabilidad que hace unas semanas el consejo de dirección presentó una hoja de ruta de recuperación que contempla un ahorro de 10.000 millones de euros y el despido de un 20% de la plantilla a escala mundial.
De cara a este 2024, se teme que las ventas arranquen de forma muy lenta. Alemania, su segundo mayor mercado, ha eliminado las ayudas al coche eléctrico. En Francia han colgado el cartel de rebajas a toda la gama con la intención de estimular las ventas, pero todas las miradas están puestas en 2025.
Ese será el año del cambio. Volkswagen espera lanzar su coche eléctrico más barato y atractivo, el ID.2. Costará menos de 25.000 euros y su llegada masiva a los concesionarios no será hasta el 2026. Junto a él estará un SUV de pequeño tamaño del cual ya tenemos el primer adelanto. Ambos modelos tendrán que relanzar la gama ID si realmente Volkswagen quiere encarar la transición eléctrica con el éxito esperado.
