El avance en las investigaciones está permitiendo que las celdas de combustible de hidrógeno se postulen como una alternativa al uso de baterías electroquímicas para impulsar vehículos eléctricos. Esta tecnología destaca especialmente por su rápida velocidad de recarga, equiparable a la necesaria para llenar un depósito de combustible de gasolina o diésel. A cambio, proporciona autonomías similares a las ofrecidas por estos combustibles fósiles.
En este contexto, surge un campo de aplicación en el que tiene un potencial de uso muy claro: el transporte de mercancías. Si bien su implementación en grandes vehículos de carga parece lógica, también lo es en vehículos de menores dimensiones que precisan estar en movimiento durante largos turnos de trabajo y que tienen rutas planificadas en las que no es tan problemática la, por ahora, escasa infraestructura de repostaje.
Stellantis eleva la apuesta por el hidrógeno
En este escenario, hay fabricantes que ya apuestan claro por el hidrógeno como el futuro más allá de los vehículos de pasajeros para particulares y flotas. Stellantis iniciará la fabricación a gran escala en Europa de furgonetas propulsadas por pilas de combustible de hidrógeno en los tamaños grandes y medianos, ampliando así su oferta de vehículos comerciales libres de emisiones.
El grupo ha anunciado que las furgonetas propulsadas por pilas de combustible de hidrógeno ofrecen una autonomía de hasta 400 kilómetros en la versión mediana y hasta 500 kilómetros en la grande. Además, los tiempos de recarga se sitúan en el rango de 4 a 5 minutos. La compañía, que también cuenta con una oferta de vehículos comerciales eléctricos alimentados por baterías, ya ha comercializado previamente furgonetas medianas de hidrógeno, aunque hasta el momento se había limitado a lotes destinados a clientes corporativos de gran envergadura.
Pero ahora, da un paso más. La compañía anunció que fabricará las furgonetas de mayor tamaño en su instalación de Gliwice, ubicada en el sur de Polonia, mientras que las versiones medianas se producirán en Hordain, al norte de Francia. Stellantis opera la planta de vehículos comerciales más grande de Europa, ubicada en Atessa, en el centro de Italia. Esta instalación tiene una capacidad de producción que alcanza las 1.200 furgonetas grandes al día, abarcando las marcas Fiat Professional, Peugeot, Citroën, Opel y Vauxhall, además de colaborar con Toyota.
Este anuncio coincide en un momento delicado, en medio del conflicto entre el Gobierno italiano, Stellantis y su principal inversor, Exor, la entidad de la familia Agnelli. Desde Roma han expresado su malestar, argumentando que en ocasiones el fabricante de automóviles ha tomado decisiones que contravienen los intereses del país, generando una reducción en la producción. Sin embargo, el año pasado, Stellantis fabricó aproximadamente 230.000 vehículos en Atessa, en comparación con los alrededor de 100.000 de Gliwice.
La estrategia a largo plazo de la empresa tiene como objetivo superar las 10.000 unidades anuales de sus furgonetas de hidrógeno a partir de 2025.
