Los coches híbridos son, actualmente, la mejor alternativa para quienes buscan un coche de corte eficiente, pero no quieren afrontar lo que cuesta comprar un coche eléctrico o, simplemente, no están dispuestos aún a dar el salto. Dentro de este panorama, hay varios híbridos convencionales que destacan conforme al resto por sus cualidades y hay uno que, tras cesar sus ventas en nuestro país a causa de un éxito mayor al esperado, vuelve a estar disponible.
Hablamos del Honda Civic, un modelo cuyo periplo comercial se ha visto interrumpido este año, pero que, tal y como ha anunciado recientemente la propia marca, puede volver a comprarse de nuevo.
El Civic es un coche de peculiar planteamiento, ya que no se trata de un compacto al uso del segmento C, así como tampoco puede llegar a considerarse como una berlina del segmento D (algo parecido algo que sucede on el Skoda Octavia). El japonés mide 4,55 metros de largo, mientras que su maletero ofrece una capacidad de 410 litros, un buen dato que facilitará la vida a familias y personas que necesiten espacio para cargar objetos.
Técnicamente, el compacto de Honda hace uso de un esquema híbrido muy peculiar también. Los 184 CV que anuncia son, precisamente, la potencia máxima de su motor eléctrico, que es el principal actor de la cadena cinemática. En el resto de híbridos el mayor protagonista suele ser el de gasolina, que en este caso rinde 141 CV. La buena puesta a punto de su tren de potencia hace que el consumo medio homologado se sitúe en los 4,7 litros, mientras que el 0 a 100 lo hace en 7,8 segundos.
Como añadido a las buenas cualidades de su esquema híbrido, encontramos un comportamiento dinámico que prácticamente no puede igualar ningún otro coche de similar planteamiento. Para quienes valoren solidez y una buena dinámica en un coche híbrido convencional (no enchufable), el Civic es la mejor opción.
A todo lo anterior podemos sumar, también, un interior concebido con buenos materiales y ajustes, aunque también con la sobriedad típica japonesa: su habitáculo tiene una alta calidad de fabricación, pero no es llamativo a la vista, sino más bien todo lo contrario. Es funcional y práctico por encima de todo.
No son todo puntos positivos los del compacto japonés. En este caso, el único pero que encontramos a la hora de valorar la compra del Civic es que no se trata de un coche asequible en términos generales. Su versión más básica, llamada Elegance, cuesta 36.100 euros, aunque definirla como básica no es justo, ya que, de serie, cuenta con cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, pantalla central de 9 pulgadas, asientos delanteros calefactables, espejos retrovisores plegables eléctricamente, iluminación completa en led, control de crucero adaptativo y el conjunto de sistemas de seguridad denominado Honda Sensing, entre muchas otras cosas.
El peculiar planteamiento del Civic, unido a su comportamiento dinámico y precio, hace que, realmente, no tenga ningún rival directo. El Toyota Corolla es mucho más asequible, pero también más espartano en cuanto a calidad interior y no tiene el comportamiento del Civic. Por otro lado, el Skoda Octavia sólo está disponible como térmico o híbrido enchufable y tiene una orientación más familiar y viajera que el japonés.
