Dicen que, para ganar, hay que invertir y Volvo quiere ganar en la carrera eléctrica. El fabricante sueco vive una segunda juventud de la mano del Grupo Geely. El conglomerado chino ha insuflado vida a la marca a base de miles de millones en desarrollo, tecnologías y sistemas compartidos. Volvo quiere liderar el segmento eléctrico y, si bien sus primeros lanzamientos ya están llamando la atención, el futuro es incluso más prometedor. Para ello, necesita gastarse mucho dinero para desarrollar una plataforma eléctrica desde cero y ya tienen la financiación necesaria. Pensarás que el dinero viene de China, pero no, sale de las arcas generales de la Unión Europea.
El BEI (Banco Europeo de Inversión) es el brazo de financiación de la Unión Europea. Un fondo que invierte miles de millones de euros en apoyar a empresas europeas en el desarrollo de tecnologías y sistemas que beneficien al Viejo Continente. La institución, ahora presidida por Nadia Calviño, acaba de anunciar un importante acuerdo con Volvo.
El BEI invertirá 420 millones de euros a lo largo de los próximos años para apoyar los futuros pasos de la compañía en su etapa como fabricante de vehículos eléctricos. Los fondos se destinarán principalmente al desarrollo de una plataforma nueva.
Fuerte respaldo europeo a Volvo una marca adscrita a un fabricante chino
Construir una estructura es mucho más que unir piezas de metal y apoyar sobre ella toda la carrocería y el resto de elementos del coche. La plataforma es la columna vertebral de una marca, el elemento que soporta la estrategia. Es necesario gastar mucho dinero y recursos en crear una plataforma que sea capaz de aguantar el paso del tiempo, la llegada de nuevas tecnologías y que también pueda ajustarse a toda una gama de productos de diferente índole, desde pequeños modelos a grandes berlinas. Volvo tiene ya varios lanzamientos preparados, como la nueva berlina eléctrica denominada ES90 que conoceremos en los próximos meses.
Hasta ahora, Volvo ha estado empleando la plataforma SEA del Grupo Geely. El conglomerado chino tiene en su haber varias marcas importantes como Lynk&Co, Polestar, Smart, Lotus o Zeekr. Utilizando una economía de escala, todos sus productos comparten tecnologías y sistemas. La plataforma SEA se adapta a diferentes propósitos y modelos.
El compromiso de Volvo con la electrificación está dando sus primeros frutos. Si bien el Volvo EX90 está sufriendo más retrasos de los inicialmente esperados, el Volvo EX30 ha llamado la atención de la comunidad. Se espera que sea un éxito, de ahí que parte de su producción se haya derivado a Europa.
Los suecos quieren convertirse en una marca 100% eléctrica en 2030 y aspiran a vender más de 600.000 vehículos eléctricos en 2025. Ahora la gran pregunta, la duda que todo el mundo tiene, es por qué Europa, a través del BEI, tiene que abonar las facturas para desarrollar una plataforma para una marca adscrita a un gran grupo chino. Geely ha demostrado que el dinero no es ningún problema. Todo esto sucede en un momento de muchas dudas en la Unión Europea. El Parlamento Europeo ha lanzado una profunda investigación sobre China para determinar si está alterando el mercado. Los resultados se conocerán a finales de este mismo año.