Porsche está pasando por numerosos problemas para poder lanzar uno de sus coches eléctricos más esperados. Por supuesto, estamos hablando del nuevo Macan eléctrico, que ha venido retrasando sistemáticamente su llegada debido a problemas en el desarrollo del software por parte de Cariad. Sin embargo, la firma alemana ya tiene en cola otros modelos cero emisiones que llegarán posteriormente, como los 718 Cayman y Boxster.
Este último vehículo (y sus dos carrocerías, coupé y descapotable) llegarán previsiblemente justo después del lanzamiento del Macan eléctrico. Concretamente, aunque las fechas han ido moviéndose en los últimos meses, el SUV debería iniciar su comercialización el próximo año 2024, mientras que los 718 deberían hacer lo propio en el 2025. Buena muestra de que Porsche ya trabaja en ellos es que está optimizando su principal fábrica para la producción de coches eléctricos.
Eléctricos y térmicos en una misma fábrica
La marca alemana ha confirmado oficialmente que se están “llevando a cabo amplias medidas de reconstrucción y optimización” en su fábrica principal, la de Stuttgart-Zuffenhausen, en Alemania. En ella se da actualmente la producción del 911 y los 718 con motor térmico. De hecho, la compañía ya se encuentra poniendo a punto su línea de montaje para acoger los nuevos deportivos eléctricos que serán ensamblados junto a modelos con motor de combustión.
Para ello ha destinado una inversión de 250 millones de euros que irán directamente a las obras necesarias y a la mejora en los numerosos sistemas de robótica avanzada, así como en la integración de los trenes motrices eléctricos junto a los de combustión que ya producen. Esta planta no sólo ensamblará vehículos como el 911 o el 718 eléctrico, sino que también construirá los motores eléctricos que moverán al próximo Macan. Una vez fabricados en la mencionada instalación, serán trasladados a la de Leipzig, donde se unirán al propio SUV.
“Las medidas de reconstrucción y ampliación de la producción de vehículos deportivos y motores en nuestra planta principal son un hito importante para la fábrica de Zuffenhausen. Las medidas de conversión permitirán una mayor eficiencia, los más altos estándares de calidad y una producción mixta de automóviles deportivos con motor de combustión y eléctricos. Esto nos permitirá iniciar un nuevo capítulo en la producción de automóviles deportivos en el ámbito de una fábrica inteligente”, afirmó Albrecht Reimold, miembro del Comité ejecutivo de Producción y Logística de Porsche AG.
Concretamente, entre los procesos actualizados está la incorporación de nuevos AGV (pequeños vehículos autónomos) que sustituirán la actual línea de montaje, denominada “Flexiline”. De forma paralela, también está trabajando para establecer nuevos procesos de ensamblaje y nuevos puntos para el control de calidad e instalar un nuevo túnel de luz para las inspecciones de vehículos y bancos de pruebas acústicas para vehículos eléctricos. Finalmente, ha firmado una ampliación de las áreas logísticas dentro del taller de carrocerías.
No obstante, pese a todo este movimiento que está llevando a cabo la compañía para acoger la fabricación de nuevos vehículos eléctricos, lo cierto es que aún no existe una confirmación oficial para las fechas de lanzamiento de estos. Los ya mencionados problemas de desarrollo están dificultando significativamente el trabajo a los ingenieros y responsables de la firma, algo que desde el Grupo Volkswagen ya trabajan en dar solución.
