Tesla está construyendo en la actualidad una nueva planta productiva de coches eléctricos que se ubicará en Shanghái y se convertirá en la primera fábrica de la marca norteamericana más allá de las fronteras estadounidenses. En dicha planta, el objetivo es el de construir hasta 500.000 coches eléctricos al año, y para ello serán necesarias muchas baterías. Con el fin de asegurarse las celdas necesarias para tal cantidad de coches eléctricos, Tesla ya estaría sondeando diversos proveedores de baterías más allá de su socio actual, la japonesa Panasonic.
A principios de este mes, Elon Musk aseguró en Twitter que el suministro de baterías para la Gigafactoría de Tesla en China "será de fuentes locales, posiblemente de diversas compañías", entre las que se incluye la mencionada Panasonic. A pesar de que ambas empresas daban por sentado que esto ocurriría tarde o temprano, para Panasonic, dejar de ser el único proveedor y socio de baterías de Tesla es una jarra de agua fría, especialmente con el contexto global de inversiones y asociaciones –tanto en China como en Europa– que se está dando en torno a los acumuladores de energía y la creciente competencia que se espera en el sector.
El tuit de Musk se produjo justo después de que Panasonic anunciase sus resultados para el segundo trimestre de 2018, hacia finales del mes pasado. Kazuhiro Tsuga, presidente y CEO de Panasonic, hizo entonces unas declaraciones bastante optimistas acerca del porvenir del fabricante de baterías, que "alcanzaría 35 GWh de capacidad productiva dentro del año fiscal 2018" (que finaliza en marzo 2019) en las instalaciones opera conjuntamente con Tesla en Estados Unidos. Con esta capacidad de producción, Panasonic estaría considerando "más inversiones en América del Norte" mientras continúa cooperando con el fabricante de coches eléctricos Tesla, pero en cambio no se pronuncio acerca de sus planes para el mercado chino.