Toyota es el rey aboluto en cuando a producción de coches híbridos. Fueron los primeros en lanzarse a producir este tipo de coches y eso les ha llevado a que, a día de hoy, se hayan convertido en su principal fuente de ingresos. Aun así, el fabricante japonés se ha dejado por el camino al éxito muchos segmentos sin poder abarcar y en los que algunos fabricantes sí se han adentrado.
Con la defunción comercial del Toyota Avensis, que nunca llegó a tener una versión híbrida, la marca dejó de tener una berlina del segmento D a la venta en Europa hasta que años más tarde no llegó el Camry desde Estados Unidos, algo que parece que Ford quiso aprovechar con el lanzamiento del Ford Mondeo Sportbreak HEV, un coche casi único cuando llegó el mercado.
Y es que a los ya pocos fabricantes que se han atrevido a comercializar coches híbridos convencionales, hay que sumar que no todos han querido lanzar un coche dentro de cada segmento, por lo que es muy raro estar ante una berlina familiar del segmento D impulsada con una motorización híbrida no enchufable. También hubo una versión con carrocería de cuatro puertas a la venta, pero en este caso nos ceñimos a la familiar por lo exclusivo de su planteamiento.
El Mondeo Sportbreak HEV estuvo a la venta durante tan sólo tres años, de 2019 a 2022, y su fin de ciclo llegó con el mismo cese de fabricación del Mondeo, que no ha tenido reemplazo generacional. Esto nos deja con una producción muy limitada, que en su mayoría fue a parar a clientes profesionales, ya que entre particulares tampoco tuvo una gran acogida a causa de la fiebre que tiene el mercado por los coches de tipo SUV.
Técnicamente, el Mondeo Sportbreak HEV basaba su esquema híbrido en torno a un bloque de gasolina de 2,0 litros de cilindrada de respiración atmosférica y 140 CV que se apoyaba sobre un eléctrico situado en el eje delantero, entre el motor de gasolina y la transmisión, de 120 CV. En total, la potencia conjunta era de 186 CV, lo que valía al turismo para lograr un 0 a 100 en 9,4 segundos y un consumo medio de 5,6 litros a los 100 kilómetros.
La teoría indica que un coche familiar debería tener una capacidad de maletero muy llamativa, pero este no llega a ser del todo en el caso del Mondeo Sportbreak, aunque sí es muy superior a la de su variación de carrocería convencional. Y es que, a causa de la colocación de la batería, el maletero del modelo se vio recudido drásticamente en sus dos versiones. En el caso del familiar, sin embargo, los 403 litros de volumen que ofrece superan a los de cualquier coche compacto, por lo que se puede seguir considerando capaz, aunque no tanto, por ejemplo, como un Volkswagen Passat Variant de 650 litros.
Actualmente, es posible encontrar unidades por menos de 25.000 euros con un kilometraje recorrido muy contenido. Acudiendo a dos de los principales portales de anuncios clasificados de España son más de 20 las unidades que encontramos filtrando únicamente por modelo, tipo de motor (híbrido) y carrocería (familiar).
Por este coste se antoja toda una ganga, ya que si hubiera un coche similar a la venta hoy día superaría ampliamente los 40.000 euros de precio. De hecho, el propio Mondeo Sportbreak partía en 2019 desde 30.296 euros en su versión más asequible. El Toyota Camry, por establecer una comparativa, cuesta a día de hoy 44.000 euros.
Dada la diferencia de precio en las unidades que hay actualmente a la venta, realmente las más interesantes son las que mayor nivel de equipamiento lucen o las que menos kilómetros han recorrido.
