El próximo 22 de junio se celebrará, una vez más, el ascenso a Pikes Peak. Se trata de una de las subidas a una colina más famosas del mundo (la más famosa, de hecho) y por las condiciones del trazado muchos fabricantes la consideran como el perfecto escenario de pruebas para sus coches. También para los eléctricos (uno tiene el récord absoluto) y este año el arma de Ford para afrontar el reto es el Ford Performance Super Mustang Mach-E Electric Demonstrator.
Como su nombre indica, está desarrollado sobre la base de un Mustang Mach-E, sin embargo, está llevado hasta el extremo. De sus radicales características, la marca del óvalo espera derivar avances que mejoren tanto al Mustang eléctrico de calle, como a sus otros modelos de cero emisiones.

Un Mustang Mach-E como nunca se ha visto
El trazado de Pikes Peak no es baladí, puesto que se trata de uno de los recorridos más extremos del mundo: 19,99 km de carretera que discurren a través de 156 curvas, muchas de ellas con un desfiladero esperando si se comete un fallo, para salvar un desnivel de 1.439 m hasta alcanzar la cima a 4.300 metros.
Superarlo con buena nota no es sencillo, motivo por el que Ford ha creado el Mach-E más extremo hasta la fecha. Lo primero es que se ha aligerado de manera considerable, consiguiendo que pese unos 113 kg menos que la F-150 Lightning SuperTruck con la que la marca participó el año pasado. Lo segundo es que dispone de un sistema de propulsión formado por tres motores UHP de 6 fases que generan más de 1.400 CV, aunque la marca no ha desvelado sus prestaciones. Además, una batería de alto rendimiento de 50 kWh de capacidad se asegura de que no le falte energía para acometer el ascenso y los 710 kW de frenado regenerativo también ayudan a reponer energía en las curvas cerradas.
Frenar es clave para no salir mal parado en esta subida, como también es imprescindible que el coche vaya por su sitio. A este cometido ayuda el radical kit de carrocería del modelo, especialmente por el masivo alerón trasero, con el conjunto consiguiendo generar una carga aerodinámica de 3.170 kg cuando el Super Mustang Mach-E va a 240 km/h.
Al volante estará Romain Dumas, quien tiene experiencia tanto en esta competición (tiene el récord absoluto del ascenso a Pikes Peak con el 7:57.148 conseguido en 2018 con el Volkswagen ID.R) como en conducir algunas de las creaciones eléctricas más extremas de Ford: “Tras la increíble carrera del año pasado con la F-150 Lightning SuperTruck y la SuperVan 4.2, me siento honrado de volver a Ford para afrontar este reto una vez más. Este Mach-E es una bestia diferente, y estamos entusiasmados por ver lo que puede hacer en la montaña”.

Un banco de pruebas para conseguir mejores coches eléctricos de calle
Mark Rushbrook, director global de Ford Performance, ha declarado: “Seguimos ampliando los límites de lo posible con los vehículos eléctricos. Este demostrador Super Mustang Mach-E representa la siguiente etapa en nuestra trayectoria hacia la electrificación: más ligero, más ágil, igual de potente y con mayor capacidad para competir a gran altitud”.
Y es que, como ocurre con otros fabricantes de automóviles, el mundo de la competición es el escenario perfecto para probar y desarrollar tecnologías que luego se aplican a los vehículos que llegan a la calle.
“Las carreras son nuestro banco de pruebas. Cada dato que recopilamos en la montaña nos ayuda a construir mejores vehículos eléctricos para nuestros clientes, ya sea maximizando la entrega de potencia, mejorando las estrategias de regeneración o gestionando el calor en cambios de altitud extremos. Lo que aprendemos aquí se aplica directamente a la producción futura”, concluye.