Tesla no sólo es la referencia en cuanto a ventas de coches eléctricos. Si bien los Model 3 y Model Y se sitúan en los puestos más altos en las listas de éxitos, el verdadero valor de la estructura de la compañía reside en su excelente red de carga. Durante muchos años, la infraestructura de Tesla ha sido la mejor valorada del mundo por los usuarios de coches eléctricos. Su hegemonía es tal que nadie ha conseguido plantarle cara, al menos hasta ahora. Mercedes quiere seguir los pasos de su rival creando una red de carga propia. Las tres primeras estaciones están a punto de abrir sus puertas, pero en el futuro habrá más, muchas más.
Si bien el mundo necesita al coche eléctrico, igual de importante es la infraestructura de carga que debe acompañarle. Si realmente queremos extender la movilidad eléctrica por Europa, es necesario contar con una red fiable, estable y segura. Aunque muchas compañías explotan el negocio de la recarga, pocas ofrecen las garantías de Tesla. Tras la liberación de los puntos a otros fabricantes, los americanos cuentan con la red pública más extensa del Viejo Continente. Más de 1.000 estaciones repartidas por todos los países. En España, ya son más de 400 supercargadores los que están disponibles para todos los usuarios.
El negocio de la recarga es un negocio en auge y con claras perspectivas de generar muchos ingresos para las compañías que lo explotan. Mercedes quiere su trozo del pastel y, para ello, quiere inaugurar sus tres primeros puntos a lo largo del último trimestre de este mismo año. Atlanta, Chengdu y Mannheim serán las tres primeras localidades en disponer de una estación de carga de Mercedes-Benz. Los alemanes han optado por un despliegue internacional algo discreto, pero los planes de la compañía son, cuanto menos, atrevidos. El objetivo no sólo es alcanzar a Tesla, sino superarla.
Y lo quieren hacer rápidamente. Los alemanes afirman que esperan poder ampliar su red global de carga rápida hasta los 2.000 puntos a finales del año que viene. Hay que mencionar el pequeño detalle de que hablamos de puntos, no de estaciones. Sirva como ejemplo que Tesla cuenta con más de 1.000 estaciones y más de 10.000 puntos en Europa. A pesar de la diferencia, Mercedes quiere recortar una quinta parte en poco más de un año. Las diferentes estaciones contarán con varios puntos cada una con una potencia de hasta 400 kW y la última tecnología del mercado que garantiza un proceso óptimo y acelerado.
A largo plazo, el objetivo es incluso más atrevido. Para finales de la década, Mercedes quiere tener instalados y operativos más de 2.000 centros en todo el mundo con, aproximadamente, 10.000 puntos en total. Los alemanes quieren abrir su infraestructura a todos los usuarios de coches eléctricos, sin importar la marca o el modelo, aunque sí reconoce que los conductores de un Mercedes EQ dispondrán de ciertas ventajas a través de la app Mercedes-Benz me Charge, como, por ejemplo, el poder reservar un punto de carga previamente a la llegada.
Otra de las cualidades esperadas en la red alemana será la disponibilidad de la tecnología Plug & Charge que permite una carga más rápida al no tener que esperar a usar una aplicación para iniciar la recarga. Tal y como era previsible, la red de Mercedes se sumará automáticamente a los navegadores de los usuarios de coches eléctricos. Los centros tendrán un diseño personalizado como el que podemos ver en las primeras imágenes de muestra. Los puntos contarán con pantallas que permitirán al usuario disponer de más información, además de conexiones de todo tipo.
