El auge del Mercedes EQA en el mercado español sorprende al recordar que, sobre el papel, sus dimensiones no se alejan de las de un Nissan Qashqai, pero su diseño y prestaciones logran un impacto muy superior. Con 4,46 metros de largo, apenas cuatro centímetros más que el SUV japonés, el EQA entra en el territorio de los compactos, aunque su estética y tecnología pretenden posicionarlo en la órbita del segmento premium. Desde su lanzamiento, ha demostrado que un tamaño contenido no está reñido con un carácter diferenciador ni con unas cifras de autonomía capaces de disputar la corona a rivales de mayor envergadura.
En el conjunto de Europa, Mercedes contabilizó más de 43.000 matriculaciones del EQA en 2024, lo que lo situó entre los diez eléctricos más vendidos del continente. En España, la entrada de año no pudo ser más positiva, siendo enero de 2025 su mes más destacado con un registro de 155 unidades, con las que el EQA alcanzó la sexta posición en ranking de ventas de vehículos eléctricos. Este dato adquiere aún más relevancia si se tiene en cuenta que superó a modelos tan asentados como el Tesla Model 3, el Model Y, el MG 4 o el BMW iX1.

El porqué de este éxito de un coche premium
Buena parte de este empuje se atribuye a la combinación de un diseño exterior sobrio, pero con detalles, como la parrilla cerrada de estilo “black panel” y los trazos marcados de sus defensas, que realzan su perfil. En el interior, el protagonista indiscutible es el sistema MBUX, acompañado de una pantalla curva de generosas dimensiones y una iluminación ambiental que realza la presencia tecnológica del habitáculo. Aunque algunos de sus equipamientos más avanzados son opcionales, el EQA 250+ de acceso ya ofrece una experiencia muy completa y un nivel de personalización que enamora al amante de la innovación.
En cuanto a motorización, la versión EQA 250+ monta un propulsor eléctrico de 140 kW / 190 CV que despliega un par generoso desde cero revoluciones, permitiendo aceleraciones vivas en entorno urbano y suficiente empuje para incorporaciones y adelantamientos en carretera. Su batería, con 70,5 kWh de capacidad útil, le otorga una autonomía homologada en ciclo combinado WLTP de 558 km, una cifra que se convierte en argumento de peso para quienes buscan tranquilidad en sus rutas largas sin renunciar a la agilidad y el confort.

El punto débil del EQA es un maletero de 340 litros, inferior al de buena parte de sus rivales directos. No obstante, su anunciado enfoque no está destinado tanto a familias numerosas con gran volumen de equipaje, sino a parejas o pequeños núcleos que valoran más la conectividad, la calidad de rodadura y un diseño distintivo. Además, la oferta de suspensiones con dureza variable, ajustable desde el puesto de conducción, permite adaptar el tarado a uso rutero o a carreteras con baches, logrando un equilibrio entre dinamismo y suavidad.
La recarga rápida en corriente continua alcanza hasta 100 kW, una cifra moderada sobre el papel pero que, gracias a una curva de potencia estable, permite recuperar el 80% de la carga en poco más de media hora. Este comportamiento se sitúa en línea con otros modelos de la categoría y refuerza la idea de un eléctrico “todoterreno” para el día a día, con modos de conducción que van desde una regeneración mínima hasta el conocido “one-pedal driving”, donde basta levantar el pie del acelerador para que el coche frene y recargue energía.

El EQA se enfrenta a alternativas interesantes, aunque todas comparten el hándicap de precios elevados. Por debajo de los 50.000 euros, el BMW iX1 eDrive20 arranca en 49.550 € con 473 km de autonomía; el Honda e:Ny1 propone 412 km desde 48.100 €; el Lexus UX 300e, con 453 km, parte de 51.500 €; y el Volvo EX40 Essential Single Motor ofrece 479 km por 46.600 €. Más cercano al rango de tarifa del EQA aparece el Audi Q4 e-tron 45 Advanced, con 560 km y un maletero de 520 litros, aunque su longitud de 4,59 m lo aleja del segmento más compacto.
Pese a quedar fuera del Plan Moves, su precio de tarifa supera los 45.000 € más IVA—, en muchos concesionarios se ofrecen descuentos que sitúan al EQA por debajo de su PVP de 56.450 €, facilitando así la entrada en la gama eléctrica de Mercedes. Esta estrategia comercial, unida a la percepción de calidad de marca y a un producto equilibrado en diseño, tecnología y autonomía, explica el notable tirón que está obteniendo el SUV alemán en un mercado cada vez más competitivo.

Con la hoja de ruta de la electrificación acelerada y la presión regulatoria para reducir emisiones, modelos como el Mercedes EQA ejemplifican la apuesta de las firmas tradicionales por vehículos eléctricos que no solo cumplan en cifras, sino que también conecten con la sensibilidad estética y técnica de un público que exige más allá de la movilidad eficiente. Así, el éxito del EQA no es fruto de la casualidad, sino la suma de un planteamiento coherente: dimensiones contenidas, presencia premium y una autonomía que supera los 550 km, valores con los que aspira a consolidarse en el top de ventas europeo en 2025.