Tesla se la juega con su próxima decisión. La mayor empresa que revolucionó el concepto de movilidad atraviesa una grave doble crisis. Primero una crisis comercial. Las ventas han caído en regiones y mercados fundamentales como China o Europa. La segunda crisis está causada por la estrategia de producto y de futuro. Su CEO, Elon Musk, lo ha apostado todo a la conducción autónoma. Según su hoja de ruta, Tesla se convertirá en una de las mayores empresas de tecnología del mundo. El próximo día 12 de junio marcará el primer paso en esa nueva etapa. Ese día entrarán en servicio los primeros Robotaxis de la compañía. Sin embargo, no parece que Tesla se fie de su propia tecnología.
En octubre del año pasado se completó una de las presentaciones más importantes del año, puede que de la década e incluso del siglo. En un gran acto celebrado en Hollywood, Tesla presentó en sociedad el Cybercab y el Cybervan. El adelanto de sus dos primeros vehículos autónomos. Tesla demostraba así que apostaba por la tecnología en favor de la producción y desarrollo de sistemas eléctricos. Mercado que hasta ahora ha dominado. Un cambio de estrategia radical teniendo en cuenta que el sistema de conducción autónoma de Tesla lleva años de retraso. El paquete FSD sigue siendo incluso a día de hoy un asistente a la conducción de nivel 2. Lejos del nivel 5 considerado como la auténtica conducción autónoma.
Primeros 10 vehículos con control de seguridad mediante operadores remotos
A pesar de ese pequeño hecho, Musk aseguró que este mismo año el mundo empezaría a disfrutar de los primeros coches autónomos del mundo. Un ejército de robotaxis que, según apuntan ahora fuentes americanas, entrará en servicio el próximo 12 de junio. El primer escollo estará en el nombre. Las autoridades americanas han impedido a Tesla apropiarse del término robotaxi. Elon Musk y el equipo de marketing de la compañía tendrán que buscar otro nombre para su flota de vehículos autónomos. El tiempo corre. El informe hecho público por Bloomberg cita como fuente a una persona familiarizada con el proyecto. En una entrevista previa, el propio Musk ya había confirmado que Austin, localidad donde Tesla ha fijado su sede, será la primera ciudad del mundo en contar con sus coches autónomos.
La ambición del CEO es significativa. El magnate espera tener más de 1.000.000 de Cybercab circulando por las carreteras de Estados Unidos antes de que acabe el 2026. Es una cifra ciertamente prometedora teniendo en cuenta que todavía no se ha dejado ver ni una sóla unidad. Bueno, alguna sí circulando por la factoría con un operario tras el volante. Todo comenzará con 10 primeros coches y poco a poco el servicio se irá expandiendo rápidamente a otras grandes ciudades americanas como San Francisco, Los Ángeles o San Antonio. Hace unos meses supimos que Tesla esperaba vender su coche autónomo y su robot humanoide, bautizado como Optimus, por un precio conjunto de 60.000 dólares. En su momento, Musk aseguró que el Cybercab costaría menos de 30.000 euros.
Sin embargo, tal y como apuntan algunos medios, todo indica que Tesla se guarda un as bajo la manga. Un seguro para evitar problemas con sus primeros robotaxis. Adam Jonas, analista de Morgan Stanley, asegura en una nota que recientemente ha visitado las oficinas de Tesla en Palo Alto y que se ha enterado que la compañía dependerá de "muchas operaciones telemáticas" para garantizar que el servicio sea seguro para el uso público. De hecho, su afirmación coincide con varias ofertas de trabajo lanzadas en el portal de empleo de Tesla. Todo indica que la compañía de Elon Musk contará con el respaldo de un teleoperador que tomará el control del vehículo cuando la seguridad se vea comprometida.