La compra de un coche eléctrico supone un antes y un después en la experiencia de conducir. Si bien exige un cambio de costumbres, muchas de ellas para una mayor comodidad del conductor, también requiere una periodo de adaptación a una nueva forma de movilidad y, también, exige tener en cuenta que son necesarios una serie de accesorios que no siempre incluye el fabricante.
Para disfrutar de un coche eléctrico recién sacado del concesionario es recomendable equiparlo con algunos elementos que no suelen venir de serie. Un cargador portátil, un cable de carga adicional o algún adaptador de carga entre tomas Schuko, CEE o Tipo 1/2, aunque actualmente la normalización de los enchufes los hace menos necesarios.

Los 10 accesorios imprescindibles en un coche eléctrico
Para aprovechar al máximo las ventajas que ofrecen los coches eléctricos, existen varios accesorios útiles que muchos desconocen. Desde soluciones para recargar en cualquier lugar hasta elementos que protegen tu vehículo, estos complementos marcan la diferencia y mejoran la experiencia del día a día.
Ofrecen flexibilidad para cargar en cualquier lugar usando alargadores o cargadores portátiles. Aumentan la seguridad, ya que protegen contra elementos climáticos y cuidados para el puerto de carga. Están optimizados para lograr la máxima eficiencia y ofrecen tranquilidad y comodidad facilitando los viajes, suprimiendo los enredos de los cables y permitiendo utilizar tomas lejanas.
Un cargador portátil de Nivel 2 es uno de los más recomendados. A diferencia del básico Modo 1, el portátil ofrece carga más rápida y puede conectarse tanto en hogares como en tomas industriales o campings. Algunos modelos permiten cargar hasta a 22 kW (trifásica) si el coche lo soporta. En situaciones de emergencia, este cargador evita algún que otro susto.

El alargador para carga también puede convertirse en una ayuda muy adecuada. Aunque no todos son válidos, existen versiones específicas para tomas schuko o CETAC, con cableado de 2,5 mm² y seguridad adecuada. Utilizarlos desenrollados y limitando la potencia (por ejemplo, 8 A) evita sobrecalentamientos. Hay que evitar alargadores genéricos y conexiones improvisadas.
Para quienes cuentan con un wallbox doméstico, los cables de carga más largos (7–7,5 m) permiten aparcar más lejos sin perder comodidad . Asimismo, los puntos de carga con bloqueo integrado brindan seguridad frente a robos de cable, activándose al cerrar el vehículo.
Los adaptadores de carga universales son otra herramienta clave. Permiten acceder a conexiones Tipo 1, Tipo 2, CCS o CHAdeMO según el país o punto de recarga. Esto asegura tranquilidad en viajes largos o zonas con conexiones variadas.

En cuanto a protección, no conviene pasar por alto los protectores térmicos para puerto de carga. Una funda impermeable protege de lluvia, nieve o polvo, manteniendo el conector limpio y funcional y evitando problemas bajo condiciones climáticas adversas .
Otro accesorio menos común pero muy valioso es el adaptador V2L (Vehicle-to-Load). Esta tecnología permite usar la batería del coche para alimentar electrodomésticos o herramientas de hasta 2.500 W, útil en acampadas o cortes de luz. Suele costar alrededor de 100 € .
Para optimizar la eficiencia, los monitores de consumo de batería y energía ofrecen datos en tiempo real sobre el estado y salud del pack eléctrico, ayudando a planificar la carga y prolongar la vida útil.

Finalmente, y no menos útil para viajes, los compresores de aire portátiles, alfombrillas resistentes y organizadores de cables y asientos cuidan los pequeños detalles que mejoran la comodidad y durabilidad del vehículo.
Invertir en estos complementos simples pero poco recomendados oficialmente mejora notablemente la experiencia con un coche eléctrico. Desde recargas más rápidas y seguras hasta protección del vehículo, estos accesorios son aliados perfectos para aprovechar al máximo la tecnología eléctrica.