La pregunta que muchos conductores se hacen antes de dar el salto a la movilidad eléctrica es clara: ¿realmente sale más barato viajar en un coche eléctrico que en uno de combustión? Una reciente experiencia en carretera por Europa, protagonizada por un Audi A6 Sportback e-tron Quattro, arroja luz sobre la eficiencia, los costes y la viabilidad de recorrer miles de kilómetros dependiendo únicamente de cargadores públicos.
4.606 km, 8 países y un consumo medido al detalle
Durante dos semanas de septiembre, se organizó el EV Eurocharge Tour, una ruta que llevó a ocho vehículos eléctricos desde Rumanía hasta los Alpes y de regreso, cubriendo más de 4.600 kilómetros. El Audi A6 Sportback e-tron fue uno de los protagonistas y demostró que un coche eléctrico prémium puede ser sorprendentemente eficiente incluso en viajes largos. El medio rumano Autocritica fue el encargado de publicar las cifras de consumo y gasto en recargas que se necesitaron, y la comparación con una versión diésel equivalente.
El Audi A6 eléctrico hizo un promedio de consumo de 18,7 kWh/100 kilómetros, lo que se traduce en una autonomía real de casi 512 kilómetros por carga. Aunque lejos de los 716 kilómetros en ciclo mixto WLTP oficiales, el dato resulta notable si se tiene en cuenta que gran parte del recorrido se hizo en autopista a 130 kilómetros/hora. En tramos de carreteras nacionales más lentas, la eficiencia mejoró hasta 16,6 kWh/100 kilómetros, incluso en puertos de montaña.
Coste en recargas de la batería
El Audi A6 e-tron necesitó 978,9 kWh de energía para completar el viaje, de los cuales más de 300 kWh se obtuvieron gratis en hoteles con carga nocturna. El resto, cargado en puntos rápidos públicos, supuso un coste estimado de 265 a 536 euros, dependiendo de la red de recarga utilizada y la tarifa aplicada.
En comparación, un coche diésel equivalente, que sería el Audi A6 TFSI quattro de 367 CV, anuncia un consumo de 6,7 litros, por lo que en condiciones reales apenas podría acercarse a esos costes con precios medios de combustible en Europa cercanos a 1,70 €/litro. El coste en este caso sería de entre 600 y 700 euros.. La conclusión es clara: incluso usando casi exclusivamente carga rápida, un coche eléctrico moderno puede competir en costes con la combustión.
Velocidad de carga y experiencia en ruta
La infraestructura también respondió. El Audi utilizó cargadores públicos en 12 ocasiones, acumulando solo 4 horas y 42 minutos de carga rápida en todo el recorrido. El tiempo medio por sesión fue de 24 minutos, suficiente para continuar viaje sin grandes esperas. Además, gracias a su arquitectura de 800 voltios, el A6 eléctrico llegó a superar los 280 kW de potencia de carga, por encima de su cifra oficial, con una curva de carga muy estable.
Más allá del coste: practicidad y futuro de los viajes eléctricos
El viaje demostró que, con la infraestructura actual en Europa, recorrer largas distancias en un vehículo eléctrico de nueva generación es perfectamente viable en tiempos y costes. La clave está en combinar cargas rápidas estratégicas con recargas nocturnas en hoteles, lo que reduce aún más la factura energética.
Si bien los precios de los cargadores rápidos siguen siendo un punto de debate, el ahorro frente a la combustión es cada vez más evidente, sobre todo cuando los fabricantes logran autonomías reales superiores a los 500 kilómetros y potencias de carga cercanas a los 300 kW.
Conclusión
Hacer un viaje en modo eléctrico por Europa ya no es un experimento, sino una alternativa real. El Audi A6 Sportback e-tron demostró que, con planificación mínima y cargadores bien distribuidos, recorrer miles de kilómetros es tan cómodo como en un coche de combustión… pero con un coste energético más competitivo y cero emisiones directas.