Después de una espera que parecía eterna, el nuevo Porsche Macan eléctrico ya es una realidad y es, muy probablemente, el lanzamiento más importante de Porsche en su historia reciente. La marca de Stuttgart tiene un objetivo muy ambicioso: que el 80% de sus ventas sean eléctricos puros en el año 2030 y, para conseguirlo, este nuevo Macan será una pieza fundamental. Solamente existirá con motores eléctricos y se despide para siempre de los motores gasolina.
Hablamos de una generación completamente nueva, con lo que eso significa en términos de diseño, aunque esta vez lo más importante está en la tecnología. Y por supuesto, en términos de ventas: el Macan es un auténtico superventas para Porsche, con más de 800.000 unidades vendidas desde su lanzamiento en 2013. Solamente el año pasado se vendieron 87.355 unidades de este modelo, apenas 200 menos que el Cayenne (el más vendido de la marca).
Hasta 613 kilómetros de autonomía
El nuevo Macan eléctrico utiliza una arquitectura eléctrica de 800 voltios, igual que el Taycan. Sin embargo, emplea una plataforma totalmente nueva: se llama PPE (Premium Platform Electric) y ha sido desarrollada conjuntamente con Audi.
El Macan Turbo es la versión más potente y radical. Tiene dos motores eléctricos que entregan 639 CV (470 kW) de potencia y 1.130 Nm de par en total. Lleva un motor en cada eje, por lo que tiene tracción total, que le permiten hacer el 0-100 km/h en sólo 3,3 segundos y alcanzar 260 km/h de velocidad máxima.
Los motores se alimentan de una batería con 95 kWh de capacidad útil (100 kWh brutos) que permite homologar hasta 591 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP, dependiendo del equipamiento elegido. Homologa un consumo de 18,8-20,7 kWh/100 km, según equipamiento.
La recarga rápida admite hasta 270 kW de potencia en corriente continua, con una curva de carga que le permitirá recuperar del 10% al 80% de la batería en apenas 21 minutos.
Por su parte, la versión Macan 4 lleva también dos motores eléctricos, en este caso con 408 CV (300 kW) de potencia y 650 Nm de par motor. Hace el 0-100 km/h en 5,3 segundos y alcanza los 220 km/h de velocidad punta (limitada electrónicamente).
Lleva la misma batería de 95 kWh de capacidad, pero esta versión, con un consumo algo menor, homologa 613 kilómetros de autonomía según el ciclo WLTP.
Un diseño exterior que evoluciona
Aunque lo más importante es su nueva tecnología eléctrica, cabe destacar también su nuevo diseño. Continúa siendo reconocible como un Macan, pero es más grande y tiene unas proporciones ligeramente diferentes. Este nuevo Macan mide 4.784 mm de largo, 1.938 mm de ancho y 1.622 mm de alto, lo que significa un aumento de 58 milímetros respecto al modelo saliente.
Quizá el mayor cambio esté en el frontal, más aparatoso y con unos faros partidos en dos alturas que imprimen una clara seña de identidad a este modelo. También es muy destacable la enorme entrada de aire en la parte inferior, que servirá para refrigerar la batería y otros componentes del propulsor.
Hablando del frontal, este nuevo Macan lleva un maletero delantero con 84 litros de capacidad, que se suman a los 540 litros del principal.
Lógicamente se ha tenido muy en cuenta la aerodinámica. Con un Cx 0,25, el nuevo Macan tiene un coeficiente aerodinámico un 10% inferior que la generación anterior, lo que ayuda a mejorar la autonomía hasta 85 kilómetros en comparación con la carrocería del anterior Macan. También cuenta con elementos de aerodinámica activa, tanto en la parrilla frontal como en los bajos carenados, además del spoiler trasero.
La distancia entre ejes ha crecido 86 mm, hasta los 2.893 mm, para poder alojar la batería, aunque las proporciones en la vista lateral se asemejan bastante (al menos en las imágenes) al modelo saliente. La línea de la cintura es más alta, lo que ha obligado a Porsche a introducir unas molduras de plástico en las puertas para reducir el peso visual de la chapa y equipar llantas de hasta 22 pulgadas.
La zaga se caracteriza por la sencillez de líneas y la franja de luz de una sola pieza, abarcando todo el ancho del portón trasero, como viene ocurriendo en todos los modelos recientes de la marca. En las versiones Turbo, la zaga es ligeramente diferente: las aletas son más anchas y tienen unas salidas de aire que convergen con el paragolpes, más prominente.
Interior puramente Porsche con tres pantallas y mucha tecnología
El interior ya lo habíamos conocido y tiene un diseño muy Porsche, muy en línea con los nuevos Cayenne y Panamera, que a su vez beben del Taycan.
Tiene tres pantallas, dos de ellas táctiles (la central y la del copiloto), aunque la segunda será un equipamiento opcional. El cuadro de instrumentos se presenta con 12,6 pulgadas de diagonal, mientras que las dos pantallas táctiles son de 10,9 pulgadas cada una.
Incorpora el nuevo sistema multimedia de Porsche basado en Android Automotive OS, que da un salto importante en cuanto a integración con el resto de sistemas del coche. También incorpora un nuevo planificador de rutas y se podrán descargar aplicaciones de terceros, como si fuese un smartphone.
La consola central, en un plano inclinado, incorpora el módulo del climatizador con botones físicos y algunos botones hápticos, lo cual es una mejora importante a nivel ergonómico respecto al todo táctil del Taycan.
También cabe destacar el Head-Up Display (HUD) con realidad virtual, que será capaz de mostrar mucha e importante información relativa a la conducción para evitar quitar la mirada de la carretera.
Otro detalle importante del interior es que ahora el conductor va sentado 28 mm más bajo que antes, al mismo tiempo que se han ganado 15 mm de espacio para las piernas de los pasajeros traseros.
Tecnología de primer nivel en el chasis
Tratándose de Porsche, y de un modelo tan importante, no se ha escatimado en tecnología a nivel de chasis. El objetivo de Porsche es claro: el Macan eléctrico debe ser "el SUV más deportivo de su categoría", la referencia del segmento en términos de dinámica de conducción.
Equipa un control de tracción controlado electrónicamente (ePTM) que funciona aproximadamente cinco veces más rápido que un sistema de tracción total convencional y puede reaccionar ante un deslizamiento en sólo 10 milisegundos. Se combina con el bloqueo del diferencial controlado electrónicamente en el eje trasero (PTV Plus) y el eje trasero direccional, este último una primicia en el Macan.
El Macan Turbo equipa de serie suspensión neumática con control electrónico de amortiguación (PASM), que ahora cuenta con amortiguadores de dos válvulas para tener un espectro más amplio entre comodidad y prestaciones.
¿Cuándo llega al mercado?
El nuevo Macan eléctrico llegará al mercado a lo largo de este año, en una fecha todavía pendiente de especificar en nuestro país. Inicialmente, la gama se compondrá únicamente por las dos versiones mencionadas: Macan 4 y Macan Turbo, aunque es casi seguro que lleguen más versiones en el futuro.
El precio del Porsche Macan 4 parte desde 85.382 euros.
El Macan Turbo hace lo propio desde 116.914 euros.