Ebro ha pasado de desconocida a estar en boca de gran parte de la industria. Resucitada por Chery, está adaptando los modelos de la marca china para darles un toque europeo. Ya han debutado los S700 y S800, y el siguiente en la línea es el Ebro S400, el que será su modelo más compacto, con un precio más asequible y, presumiblemente, el que suponga un mayor volumen de ventas.
Pero, para ello, tiene que llegar a producirse en serie, algo de lo que está más cerca de nunca. El fabricante ya ha comenzado las primeras pruebas de fabricación del vehículo, para después validar los procesos industriales y los primeros modelos de serie, pasos previos a la producción comercial de cualquier turismo. Esta etapa es clave, puesto que durante ella se realizan auditorías de producto y proceso, además de las pruebas funcionales completas del vehículo, necesarias para que se autorice el comienzo de la producción en masa.

Desde la Zona de Franca de Barcelona para el mundo
Ebro está siguiendo al pie de la letra la hoja de ruta industrial que se había marcado. Este es el tercer modelo que se va a montar en la Ebro Factory, ubicada en la Zona Franca de Barcelona. El plan de la compañía consta de dos fases diferenciadas, una primera en la que se mandan las piezas desde China y en España lo único que se hace es ensamblarlas, y una segunda en la que ya se llevará a cabo la producción completa de los vehículos.
Pedro Calef, CEO de Ebro Motors, ha declarado “Esta fase de preproducción es fundamental para asegurar que todos los procesos de montaje cumplen los más altos estándares de calidad. Verificamos que se puede fabricar el vehículo de forma repetitiva, segura y con los elevados niveles de exigencia que pide el mercado. Se trata de un avance estratégico en la evolución de EBRO y un paso decisivo en su hoja de ruta hacia una movilidad más sostenible, competitiva y fabricada en España”.
El tercer modelo de la marca española
Aunque haya sido el tercer coche en llegar, es el primero en varios aspectos para Ebro, lo que permite que la gama se complemente con opciones que hasta ahora no estaban presentes.
La primera es su tamaño, puesto que con 4,32 metros de longitud (y hasta 1.155 litros de capacidad de carga con los asientos traseros abatidos) entra dentro de los SUV pequeños, un segmento en el que el fabricante todavía no tenía presencia. Además, es un mercado claramente en auge, así que posicionarse en él puede impulsar las ventas de la compañía.
La segunda es que se trata del primer coche híbrido eléctrico (HEV) de la marca. Hasta ahora, tanto el S700 como el S800, se ofrecían con versiones de gasolina e híbridas enchufables, pero no había ninguno con este sistema que le permite lucir la etiqueta ECO de la DGT.

El S400 combina un motor de combustión 1.5 DHE de 95 CV (70 kW) con un motor eléctrico de 150 kW (204 CV), para conseguir una potencia conjunta de 155 kW (211 CV). Gracias a ello alcanza los 100 km/h desde parado en apenas 8,9 segundos. Anuncia un consumo, sin homologar aún, de 5,3 l/100 km y unas emisiones de CO2 que serán inferiores a los 120 g/km.
La compañía todavía no ha dado muchos detalles sobre la configuración de su gama y sus niveles de equipamiento, pero sí ha confirmado que tiene ópticas LED envolventes, una doble pantalla digital de 12,3 pulgadas para cuadro de mandos y otra idéntica para el sistema de infotaintment, climatizador bizona, asientos bucket calefactables, conectividad inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, control por voz, servicios digitales y 24 sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) entre los que destacan el control de crucero adaptativo, el sistema de cámaras de 540 grados, el aviso de ángulo muerto, la alerta de tráfico cruzado trasero y el detector de fatiga.