Difícil de definir y muy divertido: se parece a un Renault Twizy, pero se comporta más como una moto eléctrica que como un coche

A medio camino entre los dos tipos de vehículo, es una solución de movilidad eléctrica que promete lo mejor de ambos mundos

ÆMotion
En el ÆMotion caben dos personas en tándem.
22/06/2025 08:30
Actualizado a 22/06/2025 08:30

De cuando en cuando aparece en escena una start-up que quiere salirse de lo establecido para proponer una solución de movilidad diferente a lo habitual. ÆMotion es la última de ellas, una compañía que cree que la mejor manera de lidiar con el tráfico en las ciudades es este híbrido entre moto, coche y cuadriciclo ligero.

No es la primera vez que se presenta un vehículo de este tipo, que combina la agilidad propia de una motocicleta y una conducción muy similar a la de ésta, con las ventajas de tener una carrocería y la estabilidad propia de contar con cuatro ruedas. 

 

Un diseño llamativo

Ya en parado llama la atención, puesto que su diseño, aunque recuerda al del Renault Twizy, es todavía más exagerado, con unas formas más angulosas. A grandes rasgos se puede percibir como una cúpula colocada sobre una base con ruedas. En la parte inferior, las finas ruedas están llevadas a los extremos, con el objetivo de garantizar la mayor estabilidad posible. En la superior, el habitáculo da cabida a dos personas en formato de tándem, una delante de la otra.

Tiene un tamaño muy compacto, con una longitud de 2,35 metros, una altura de 1,71 metros y una anchura de tan solo 79 centímetros, por lo que no ocupa mucho más que una motocicleta.

Como ocurría con el modelo francés, las puertas no están completas, si no que la sección inferior está al aire libre. Esto permite que, al tener un tamaño más compacto y un peso inferior, pueden abrirse rotando hacia adelante a modo de tijera. Solo tiene un pequeño faro LED en el centro del frontal, mientras que en la trasera son dos separados entre sí. Además, la pequeña luna da acceso a un reducido compartimento en el que cabe una mochila.

De su interior no se han compartido muchas imágenes. Se puede ver que el asiento es muy estrecho, con una base inclinada para acomodar el cuerpo y un respaldo independiente en forma de hexágono. Tiene un pequeño cuadro de instrumentos digital detrás del manillar y es que esa es una de las principales diferencias con el Twizy, que se conducía con un volante.

Dinámica propia de una motocicleta

La presencia del manillar se debe a que su comportamiento es como el de una moto o una bicicleta. Aunque la posición del piloto es sentada y muy vertical, el vehículo no gira al uso, si no que las ruedas de cada uno de los lados se inclinan para poder trazar como se haría con un vehículo de dos ruedas. La ventaja que tiene esto es que disfruta de una mayor estabilidad que una moto, pero a cambio su ángulo de inclinación es más limitado, pudiendo tumbar solo hasta 35 grados.

Sobre su apartado mecánico los datos son bastante limitados. La compañía francesa no ha anunciado qué motor tiene, pero sí que es capaz de alcanzar hasta 115 km/h, así que no puede estar dentro de la categoría de cuadriciclos, por lo que para conducirlo será necesario el carnet de conducir de coche.

Tampoco concreta el tamaño de su batería, pero sí que habrá dos sistemas diferentes. Los compradores podrán elegir entre una batería fija que les dará una autonomía de 200 km por carga, o un sistema de baterías intercambiables, en el que la autonomía es menor, de solo 70 km, pero que compensa con el hecho de que, en estaciones dedicadas (o incluso teniendo dos en casa) se podrá cambiar la gastada por otra completa en un tiempo bastante limitado.

Tampoco se ha desvelado su precio de compra, pero inicialmente la compañía tiene previsto ofrecerlo como un servicio de alquiler por una tarifa mensual de 200 euros.