Por todos es conocido que cuando un coche de gasolina llega a la reserva son pocos los kilómetros que lo separan ya de una parada para repostar. Sin embargo, la mayoría desconoce que los coches eléctricos también cuentan con esta ‘reserva’ energética para casos de emergencia.
Cuando el contador de autonomía en un eléctrico llega a ‘0 kilómetros’, el coche en cuestión no se detendrá una vez agote esos últimos 1.000 metros de recorrido, sino que todavía quedarán algunos kilómetros extras que el propio coche no muestra. Pero, ¿de cuántos kilómetros es esta particular reserva energética? Esa misma pregunta se la han hecho desde el medio C’T Magazine, el cual ha llevado a cabo una prueba en colaboración con ADAC.
La conocida reserva también existe en los coches eléctricos
El mencionado medio llevó a cabo una prueba de autonomía para poder así evitar el miedo de muchos clientes potenciales a quedarse tirado. La comparativa se llevó a cabo con seis coches: Volkswagen ID.3, Tesla Model Y, KIA EV6, Volvo EX30, BYD Seal y NIO EL6. Estos fueron conducidos por los responsables hasta que se quedaron totalmente parados. La prueba, como ya hemos mencionado, fue amparada por ADAC, quienes ofrecieron su propio entorno de test para ello.
En todos se detectó un factor común, y es que los seis lanzan mensajes de aviso para que el usuario detenga el vehículo en un punto de carga y ‘reposte’ su batería. Cuando este nivel de porcentaje ya es considerablemente bajo, todos ellos reducen su potencia y prescinden de elementos de confort.
La primera advertencia suele ocurrir cuando queda un 20% de la carga o cuando baja de los 100 kilómetros de rango. La segunda advertencia ocurre cuando alcanza el 10%. A partir de aquí sucede lo ya descrito, pues el coche deja de emitir toda su potencia, principalmente. Pero, ¿qué sucede desde este momento?
Concretamente especifican que, en el caso del KIA EV6, cuando alcanza el 0% de la carga, en el cuadro de instrumentos aparece un símbolo de una tortuga junto al mensaje “potencia del motor restringida”. Todos ellos, una vez tuvieron el contador a 0 km de autonomía, continuaron circulando durante otros 10 kilómetros, aunque otros alcanzaron incluso los 20 kilómetros extras.
“El temor a quedarse tirado repentinamente en un coche eléctrico es un miedo infundado en gran medida. Una buena información de advertencia hace que sea imposible que esto suceda. Todos los vehículos probados advirtieron a sus conductores de manera temprana y repetida sobre los niveles críticos de batería”, afirmó Stefan Porteck, editor de C’T Magazine.
“Quienes presten atención a las advertencias y se dirijan a una estación de carga con un diez por ciento de batería como máximo, nunca se verán en la embarazosa situación de necesitar la reserva”, afirmó Sven Hansen, responsable en el mencionado medio. Los técnicos de ADAC allí presenten confirmaron también que los coches eléctricos no se quedan tirados con más frecuencia por quedarse sin batería, ya que si esto ocurre, lo más probable es que se deba a un fallo en el sistema y no a la propia carga restante.