Cargar un coche eléctrico sin enchufarlo ya es posible: Suiza prueba la carga por inducción en la calle

El Proyecto INLADE ha hecho pruebas a la intemperie con un sistema de carga por inducción y los resultados han sido muy positivos.

Proyecto INLADE
El Proyecto INLADE ha incorporado bobinas a eléctricos de Volkswagen.
20/12/2025 06:30
Actualizado a 20/12/2025 06:30

La carga de los coches eléctricos está alcanzando cada vez mayores cotas de potencia y velocidad. Pero, una vez superado ese problema en mayor o menor medida, la industria parece decidida a eliminar otro de sus mayores inconvenientes: los cables. Pocas empresas apuestan por la carga inalámbrica por conducción, pero la carga por inducción si es más popular: Porsche ya la ofrece en su Cayenne Electric y ahora el Proyecto INLADE ha llevado a cabo pruebas en circunstancias reales para este tipo de tecnología.

Es obra de Empa, junto con Eniwa AG y otros socios, que se han encargado de probar la carga inalámbrica en Suiza en entornos abiertos. Como es entendible, el principal objetivo era analizar la tecnología en sí, pero también aprovecharon la experiencia para evaluar su potencial impacto en el sistema energético y cuestiones relacionadas con la regulación normativa de estos dispositivos.

Proyecto INLADE 1
La plataforma de carga estaba en la calle.

Mathias Huber, del departamento de Portadores de Energía Química y Sistemas de Vehículos de Empa, explica a Electrive: “El objetivo era probar la tecnología existente en el uso diario, aclarar cuestiones técnicas y regulatorias y demostrar su potencial para la transición energética”.

Un proyecto que integra múltiples actores

Los actores que han participado en el proyecto han sido muy diversos. Por un lado, quien se ha encargado de suministrar los vehículos ha sido el Grupo AMAG, la mayor empresa de venta de automóviles que hay en Suiza. Especializada en marcas del Grupo VW, ha hecho un retrofit en modelos eléctricos de la compañía para hacerlos compatibles con la carga inalámbrica: se instalaron bobinas receptoras en los bajos del vehículo y se modificaron los interfaces para la gestión de la carga. Con todo en orden, se homologaron para poder operar sin problema por las carreteras suizas.

El otro elemento del sistema, la estación de carga inalámbrica, es obra de WiTricity. El funcionamiento es el ya visto en otros casos: solo hay que aparcar el coche sobre ella para que pueda llevarse a cabo la recarga. Eso sí, para que la velocidad sea la mayor posible, es necesario que la alineación entre la estación y las bobinas sea precisa, motivo por el que se añadió una cámara que ayudó con el posicionamiento.

Las conclusiones del proyecto

Aunque la carga por inducción es un concepto al que se le están dando bastantes vueltas, llevarla a las circunstancias reales y ubicarla a la intemperie es algo nuevo, ya que originalmente este tipo de sistemas se ven como una solución de carga a cubierto, en plazas de aparcamiento ya sea en hogares, parkings de vecinos o, por ejemplo, de superficies comerciales.

INLADE se ha aprovechado para investigar cómo afectan a la carga inductiva las condiciones reales (nieve, lluvia, las variaciones de temperatura, etc.). A pesar de estos elementos, los resultados del proyecto habrían mostrado una eficiencia cercana al 90 %, lo que sería comparable a la carga por cable, aunque con este puede llegarse incluso hasta el 98 %, por lo que es algo menos eficiente. Un punto positivo es que los investigadores suizos encontraron una gran ventaja en la integración del sistema en la red eléctrica: la tecnología inductiva también permite la carga bidireccional.

“La gran ventaja de un sistema inductivo es que los vehículos se conectan a la red con mucha más frecuencia sin necesidad de ninguna intervención activa, lo que supone una ventaja tanto para la comodidad como para la transición energética”, sentenciaba Huber.