En su "Anuario 2022-2023 de la movilidad eléctrica", AEDIVE destaca dos datos que reflejan muy bien la realidad del vehículo en España.
El primero: “En 2022 se matricularon más de 800.000 vehículos nuevos, pero se llevaron a cabo más de 700.000 operaciones de compraventa de vehículos de segunda mano de más de 10 años”. Es decir, casi la mitad de la adquisiciones de coches en aquel año correspondieron al vehículo de ocasión. Esto refleja, por un lado, que un importante porcentaje de la población ve inasumible la compra de un coche nuevo y, por otro, que se está produciendo un envejecimiento preocupante del parque automovilístico español, que se sitúa en una media de 13,9 años.
El segundo: “El carsharing supuso una media de cerca de 6 millones de usos al año”, explican desde Aedive. Aunque es cierto que estos son datos relativos mayoritariamente a la actividad de empresas del sector, sí que revela una tendencia clara hacia una fórmula de propiedad y uso del vehículo que se convierte en una opción fundamental en el caso de la movilidad eléctrica y que, en cualquier caso, contribuye a una movilidad mucho más sostenible.
Pero aún hay más, el negocio de la movilidad compartida alcanzará un volumen de negocio de 660.000 millones de dólares en 2030 frente a los 260.000 millones de dólares que generó en 2020, lo que significa que este negocio se duplicará en los próximos diez años, según datos del Instituto de Transporte de la Universidad de Berkeley, publicados por Rocket Lab.
Así las cosas, en esta ocasión, queremos hablar de una opción que no sólo favorece la sostenibilidad a través de la acción de compartir vehículo, sino también la economía circular, al fomentar esa propiedad compartida entre particulares, una modalidad de carsharing, la del P2P, que tiene un potencial enorme, especialmente en el caso del vehículo eléctrico con un coste a priori más elevado que el de combustión.
Tal y como recuerda Alberto Bajjali, CEO de Amovens, “el coche pasa el 95% de su vida útil aparcado y vemos ciudades saturadas de vehículos parados que nadie utiliza. Con el propósito de descongestionar estas ciudades de coches estacionados, Amovens facilita el alquiler de vehículos entre particulares. Permitimos a los propietarios que alquilen sus coches, cubriendo los gastos de mantenimiento del vehículo, mientras que los usuarios pueden acceder a un vehículo diferente para cada ocasión de manera económica. De esta manera, contribuimos a una utilización más eficiente de los recursos y a la reducción de la congestión en las ciudades”.
Con esta fórmula, Amovens evita poner más coches en las calles para que las personas los alquilen. Todo lo contrario. El objetivo es “usar los coches que ya están en nuestras calles, ayudando a aquellos propietarios que necesitan un coche en su día a día para hacer un trayecto, pero que luego queda aparcado la mayoría del día para que otra pueda usarlo y cambiar la mentalidad de que es necesario tener un coche en propiedad en España. Si no lo usas, no lo tengas, alquílalo, es mucho más económico”, insiste
Pero, ¿qué ventajas tiene la propuesta de Amovens frente a compañías de alquiler de coches tradicionales? “Nosotros ofrecemos transparencia. En el buscador del coche, aparecen fotos reales y no de catálogo, no alquilas una categoría que después puede resultar ser un coche u otro. No hay sorpresas al llegar al mostrador, ni depósitos, ni cambios de vehículos”.
Esta fórmula, además, tiene también ventajas económicas. “El alquiler de coches entre particulares consigue, de una manera más flexible y sostenible, compartir los coches con personas que lo necesitan los días que el vehículo está parado y, además, sacarle rentabilidad. Es decir, ayudamos a nuestros usuarios, por un lado, a rentabilizar su coche aparcado y por otro lado, a que tengan acceso a un coche cerca con un precio económico, es un win-win.” Una fórmula que puede resultar perfecta para fomentar la expansión del vehículo eléctrico.
Pero también una ventaja claramente medioambiental, al fomentar la economía cicrcular: “No añadimos más coches a las calles, sino que buscamos hacer un uso más eficiente de los que hay, creando una economía circular. En lugar de fomentar la compra descontrolada de automóviles, ofrecemos una alternativa más sostenible al permitir que los propietarios compartan sus vehículos con otros usuarios. Esto no solo reduce la necesidad de adquirir nuevos coches, sino que también prolonga la vida útil de los vehículos existentes al maximizar su uso”.
Actualmente, Amovens cuenta con 3 millones de usuarios en Europa, de los que 2 millones corresponden a España, está presente en 6 países y, a través de su plataforma, se comparten más de 10.000 coches. Los planes a futuro, “Cambiar la mentalidad de un país acostumbrado a comprar y no usar los coches, especialmente en urbes”.
