Volvo es una de las compañías que más interés ha puesto en dotar a su gama de alternativas plenamente eléctricas. Tanto es así que su avance continúa con paso firme hacia la consecución de las emisiones netas en su abanico de productos. Precisamente, uno de sus coches más exitosos es un vehículo 100% eléctrico: el Volvo EX30. Este modelo ya se encuentra en los puestos de honor en las listas de ventas, pues sus características y precio de partida lo hace ser toda una opción a tener en cuenta.
Sin embargo, los planes de Volvo no cesarán ahí, pues para los próximos años ya tiene diseñada una hoja de ruta que incluye más eléctricos, principalmente, y variantes híbridas enchufables en menor escala. El protagonismo queda claro que lo tendrán los coches 100% eléctricos con motivo de la incesante lucha que tienen los fabricantes europeos con la competencia que viene desde China.
El CEO de Volvo es consciente de las dificultades que presenta la competencia china
Sobre esto ha podido hablar largo y tendido el CEO de Volvo, Jim Rowan, en una reciente entrevista realizada al medio Automotive News Europe. En su intervención, el directivo ha hecho especial hincapié en la fuerte competencia que se aproxima desde China y las consecuencias que esto tendrá para la práctica totalidad de la industria automotriz de todo el mundo.
El CEO sabe que la competencia que viene desde China llega con unos precios casi sin precedentes. Esto está haciendo que muchas firmas europeas se planteen hacer frente a estas también reduciendo sus precios. Sin embargo, es ‘la pescadilla que se muerde la cola’, pues los chinos aún tendrían cierto margen para apurar las tarifas aún más, mientras que no será así para los europeos.
“Si una empresa está perdiendo participación de mercado en China, intentará recuperarla en otro lugar. Por lo tanto, ahora empezaremos a ver cómo la hipercompetitividad china se manifiesta a nivel mundial”, afirmó Rowan en su intervención. Sobre esto hace mención a la exploración de otros mercados que están llevando a cabo ciertas firmas orientales, las cuales buscan en territorio europeo -principalmente- su nuevo espacio de venta principal.
Tanto es así que el próximo año habrá más marcas chinas en Europa, sobre las que no será posible competir ni con las barreras arancelarias impuestas recientemente a la importación de coches eléctricos chinos. Este movimiento de marcas será aún más creciente en el año 2026 donde muchas de ellas ya contarán con fábricas asentadas en el Viejo Continente, eludiendo así los aranceles.
Un movimiento similar llevará a cabo la propia Volvo, pues el EX30 se produce a día de hoy en China, mientras que el próximo 2025 comenzará a fabricarse en la planta belga de Gante. Vendrán a Europa para huir de los aranceles, pero generará al mismo tiempo un gasto extra para la marca, ya que ensamblar su modelo en Europa es significativamente más caro que en China. “La conclusión es que el coste de este coche aumentará”, afirmó Rowan.
Por ahora se desconoce si el Volvo EX30 recibirá un incremento de precio importante con su llegada a Europa, aunque no sería descartable. Recordemos que este SUV eléctrico parte hoy en España desde 39.050 euros, sin contar ayudas o descuentos disponibles.