La movilidad eléctrica sigue creciendo en España y en Europa. Esto ha sido una consecuencia directa del cada vez mayor interés por esta alternativa, así como al empeño que muchas marcas están poniendo por ofrecer productos más asequibles y atractivos para el público. Por todo ello, son muchos los que tildan a esta tecnología como el verdadero futuro de la movilidad, gracias a sus grandes virtudes frente a otras opciones.
Desde la conocida empresa de carburantes, Shell, también son conscientes del cambio de tendencia que ya se está viviendo y que continuará siendo en los próximos años. Ahora, el responsable de gasolineras de Alemania, Austria y Suiza, Florian Glattes, ha llevado a cabo una entrevista con el medio Edison para dar su punto de vista sobre el futuro.
La movilidad eléctrica es el futuro, también para las gasolineras
El mencionado responsable de Shell lleva trabajando para esta compañía más de 20 años. En su entrevista ha analizado los múltiples retos a los que se verá sometido el negocio de las gasolineras para los próximos años. Concretamente, Glattes asegura que el cambio estratégico de la compañía se llevó a cabo hace alrededor de siete u ocho años.
En aquel momento, Glattes asegura que ya probaba coches eléctricos y que, por entonces, vio que estos serían el verdadero futuro de la movilidad. Por ello, apostó por iniciar un importante cambio de estrategia para Shell. De hecho, él mismo no tardó demasiado en cambiar su propio coche personal a un Volvo XC40 eléctrico para sus desplazamientos cotidianos.
Sobre la normativa europea que se prevé que entre en vigor en 2035: “En Shell estamos plenamente convencidos de que la electromovilidad desempeñará un papel cada vez más importante. Pero quizás no sea el único: cada persona debería poder decidir por sí misma cuándo ha llegado el momento de cambiar a un coche eléctrico. Por lo tanto, en nuestra opinión, los combustibles deberán estar disponibles durante bastante más tiempo”.
El responsable lanzó también una crítica a la Unión Europea. Concretamente: “Nos enfrentamos a largos procesos de aprobación y problemas de conexión a la red. Muchas estaciones están listas para operar, pero no pueden entrar en funcionamiento. Necesitamos procesos más ágiles”.
Actualmente, Shell ya opera grandes estaciones de carga para coches eléctricos en China, aunque especifica que estas aún no son plenamente rentables para instalarse en Europa. A largo plazo, para el 2030, el objetivo es construir 200.000 puntos de carga en todo el mundo.
“Nos fijamos donde ya hay muchos coches eléctricos. Examinamos los flujos de tráfico, similares a los de nuestra red tradicional de gasolineras. Y luego analizamos cuántos puntos de carga rápida se pueden implementar en cada ubicación. Tenemos en cuenta el espacio disponible, pero también las posibilidades de la red eléctrica”, afirmó Glattes.
“En nuestra opinión, la electromovilidad a batería es la vía ideal hacia el futuro de los automóviles. Para los camiones, la respuesta aún no está del todo clara. En Shell estamos invirtiendo en infraestructura de carga para camiones. La electromovilidad va por buen camino, pero es importante que esta se planifique a largo plazo y esté orientada al cliente”, concluyó el responsable.