Nissan prepara el desembarco en Europa de la nueva generación de un coche eléctrico icónico. El LEAF, ahora reconvertido en un SUV llega con líneas más musculosas, pero con una variante de acceso a la gama que renuncia a ciertos elementos estéticos y tecnológicos para mantener un precio competitivo.
La firma nipona, que ya ha estrenado en China el sedán eléctrico N7, ha anunciado que, cuando active próximamente el configurador europeo del nuevo LEAF, los compradores de la versión más barata comprobarán la disponibilidad de los acabados exteriores e interiores, sin que esto afecte a la mecánica ni a las prestaciones fundamentales del vehículo.

La versión ‘de acceso’ llega con la misma mecánica, pero con una estética simplificada
El Nissan LEAF es todo un veterano en el mercado. Es un auténtico pionero de la movilidad eléctrica. Sin embargo, desde su lanzamiento en 2010, es esta la ocasión en la que se reinventa por completo. En lugar de mantener su carrocería tipo hatchback, el fabricante ha optado por un formato SUV, con numerosos guiños al deportivo Nissan 400Z.
Entre esos detalles estéticos están los pasos de rueda ensanchados, los voladizos recortados y una zaga marcada por ventanillas traseras muy inclinadas. Esta nueva fisonomía, que ha gustado entre quienes han podido ver el coche en persona, especialmente por su moderno diseño de luces traseras en tres dimensiones, se reserva, sin embargo, a las variantes de gama alta.
Sin embargo, según ha podido comprobar EFE en la versión del LEAF ya disponible en Estados Unidos, la configuración más económica prescinde de algunos detalles estéticos. Nissan busca democratizar el acceso al vehículo eléctrico sin renunciar a la calidad y la experiencia de usuario. Para ello, recurre a fórmulas de equipamiento “por capas”: los modelos de gama alta asumen todo el arsenal tecnológico, desde asistentes avanzados de conducción hasta sistemas multimedia de última generación, mientras que las versiones de acceso ofrecen lo esencial para la movilidad eléctrica a un precio más asequible.

Una de estas reducciones es la pintura bitono, no disponible en la versión de entrada que se conforma con un único color blanco para la carrocería. En el frontal, la llamativa línea de luz continua que unía los dos faros superiores desaparece, dejando un aspecto más pausado y menos aventurero.
En el lateral, las llantas aerodinámicas de 18 pulgadas —en negro brillante y con un diseño casi cerrado— se mantienen, aunque la versión de acceso añade protectores plásticos en negro mate en la parte inferior de la carrocería y prescinde de las barras de techo, un detalle que refuerza la imagen más austera del vehículo.
Pero donde la estética ha sido más recortada es en la zaga. Elimina las “luces traseras holográficas 3D” y sustituye las complejas firmas lumínicas por unas ópticas convencionales de tipo LED. El paragolpes posterior, de corte más sobrio, carece de las inserciones deportivas que caracterizan al modelo tope de gama.
Un interior diferente, pero no por ello menos funcional
El habitáculo sufre un recorte similar en equipamiento. Las versiones intermedias y altas cuentan con dos pantallas de 14,3 pulgadas, una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema de información y entretenimiento. La opción más asequible opta por sendas pantallas de 12,3 pulgadas.
La calidad de los materiales no varía de forma drástica, pero la tapicería selecciona tejidos de apariencia más sencilla, con costuras menos visibles y una gama de colores limitados al gris y el negro. No obstante, el espacio interior y la ergonomía se mantienen intactos, con un puesto de conducción elevado, buen campo de visión y soluciones de almacenamiento propias de un SUV compacto.

La mecánica no se toca
En cuanto al apartado técnico, Nissan ofrece dos combinaciones de batería y motor eléctrico, sin cambios respecto a la versión estándar: una opción de 52 kWh con 129 kW / 175 CV y otra de 75 kWh con 158 kW / 215 CV. La variante de acceso incluye únicamente el primer pack, capaz de proporcionar autonomías en ciclo WLTP cercanas a los 350 km, según el ciclo europeo homologado.
La versión de 75 kWh, reservada a los acabados más completos, supera los 500 km de alcance. Ambas motorizaciones comparten la misma arquitectura de propulsión 100% eléctrica, con tracción delantera y un par instantáneo que permite aceleraciones de 0 a 100 km/h en torno a los 7,5 segundos en la versión más potente.
Precios y disponibilidad en España
El nuevo Nissan LEAF de acceso llegará al mercado español durante el último trimestre de 2025, con un precio aún por confirmar pero que, según fuentes internas de la marca, rondará los 32.000 euros antes de ayudas públicas.
Esta estrategia de recorte de equipamiento en la variante de entrada pretende situar al LEAF como uno de los eléctricos más competitivos de su segmento C-SUV, frente a rivales directos como el Hyundai Kona Eléctrico, el Kia Niro EV o el Volkswagen ID.3.