Europa quiere convertirse en la primera región del mundo en erradicar la contaminación del tráfico. Para ello, Bruselas apoya fuertemente la movilidad eléctrica. Una tecnología dominada por China y que nos hace ser extremadamente dependientes de los asiáticos. Northvolt estaba llamado a ser el factor crítico que redujese dicha dependencia de los chinos. La empresa sueca de baterías, la más grande fundada en Europa, recibió grandes sumas de dinero público y grandes inversiones privadas. A pesar de ello nada impidió su crisis y posterior quiebra. A pesar de haber casi desaparecido, Northvolt podría tener salvación al fin y al cabo.
La caída de la empresa se aceleró tras la ruptura de un acuerdo por valor de 2.000 millones de euros hace ahora un año. BMW y Northvolt habían previsto la producción de millones de células para los nuevos eléctricos de la compañía. Sin embargo, los alemanes decidieron romper el contrato ante los notables retrasos y los muchos problemas. No hubo que esperar mucho tiempo para que empezasen a surgir los primeros rumores negativos acerca de Northvolt. Tras la temporada estival se anunciaron los primeros recortes de producción y de personal. A finales de noviembre se acogió al sistema de quiebra americano en busca de una protección financiera que no llegó.

Tres empresas de origen desconocido pujan por la esperanza energética europea
Desde entonces la empresa ha reducido casi a cero su actividad, además de vender o regalar parte de sus secciones principales. A pesar de todo, Northvolt sigue teniendo cierto valor, al menos en maquinaria e instalaciones. Un valor que puede ser atractivo para los nuevos compradores, que tendrán que hacer frente a una larga lista de impagos. Eso reduce el precio de la compra-venta. Desde marzo, momento en el que Northvolt se declaró en quiebra en Europa, convirtiéndose en uno de los mayores fracasos corporativos de Suecia y de toda Europa, no se habían recibido ofertas para. Ahora, tal y como recogen fuentes suecas, hay tres posibles interesados.
No ha trascendido el nombre de ninguno de ellos, ni siquiera su origen. Lo que sí sabemos es que el consejo de quiebra de Northvolt, encargado de dirigir la empresa actualmente, ya tiene una primera oferta no vinculante encima de la mesa. "Ahora tenemos una oferta indicativa sobre la mesa y esperamos recibir más ofertas indicativas", ha comentado el máximo responsable del comité, Mikael Kubu. "Esperamos recibir otra oferta indicativa durante el día", ha añadido. Por el momento no han trascendido las posibles cifras de la operación, pero sí algunos de los detalles de cómo estaría compuesta la oferta.

La propuesta es efectiva sobre la fábrica de baterías en Skelleftea, instalada al norte de Suecia, y sobre el centro de investigación y desarrollo ubicado en Vasteras, al oeste de Estocolmo. Es decir, los dos centros principales y de más valor de la empresa. El nuevo propietario podría iniciar la producción rápidamente si finalmente se cierra el acuerdo, aunque presumiblemente no será una operación rápida. Mientras, Northvolt planea cerrar las pocas operaciones todavía activas en la planta de Skelleftea en los próximos días, aunque las conversaciones siguen su curso. La esperanza energética europea puede salvarse, aunque no si la oferta procede de cualquiera de las muchas empresas chinas.