La batería es el componente más importante de un coche eléctrico. No sólo porque, junto a la eficiencia del mismo, determina con su capacidad la distancia que es capaz de cubrir con una carga completa, sino porque también es el elemento que más repercute en el precio final del producto. Gran parte de su coste depende del litio, que recientemente ha experimentado una bajada de precio para los fabricantes de coches eléctricos, algo que puede tener un efecto casi inmediato en el mercado.
De momento, en China, que es el principal productor de baterías del mundo, ya se está empezando a ver el impacto en las cuentas de los productores de eléctricos.
Un fabricante que ejemplifica de manera canónica la tesitura del litio y cómo afecta a las cuentas de las marcas, es Geely. El gigante chino ha obtenido durante los primeros seis meses del año unos beneficios netos que, según ha dado a conocer Bloomberg, han aumentado en un 1%. De primeras puede parecer un dato poco contundente, pero lo cierto es que al cambio actual resulta en unos 215 millones de dólares, lo que además refleja una diferencia de unos 10 millones de dólares más conforme a lo que tenía previsto realmente la empresa durante este periodo.
"Aun con estos datos, el margen de beneficio bruto del grupo no se ha visto beneficiado por la transformación de las nuevas energías y la intensificación de la competencia en el mercado automovilístico", ha comentado la empresa en el comunicado relativo a la presentación de sus resultados.
Y es que otros fabricantes especializados en coches eléctricos, como BYD o Tesla (recordemos que esta última fabrica gran parte de sus coches en China), se encuentran en una absoluta guerra de precios que también tiene que seguir, en cierta manera, el resto del mercado.
De momento, es algo que tiene especial peso en China, donde incluso Volkswagen se ha visto forzada a bajar el precio del ID.3 para mantenerse competitiva, aunque también tiene un ligero efecto en Europa a través de Tesla, cuyos coches eléctricos han bajado su precio de manera significativa durante estos últimos meses. Su modelo más asequible parte actualmente desde 39.990 euros, mientras que BYD en España ya ofrece el Dolphin por menos de 30.000 euros.
Geely, por su parte, ha entrado en esta competencia en Europa con un modelo de Volvo, el EX30 (recordar que la firma sueca pertenece al consorcio asiático), así como también el Smart 1. Ambos fabricados en China. El más asequible de los dos es el sueco y parte en nuestro país desde 36.770 euros, aunque todavía tiene que dar comienzo a sus entregas, mientras que el Smart se va un poco más allá de los 40.000 euros.
