Un coche de tipo SUV y con tecnología híbrida. Estos son actualmente los requisitos de cualquier familiar inmersa en la búsqueda de un coche para uso diario. Dentro de todas las opciones disponibles, el Renault Austral E-Tech Full Hybrid es una de las más llamativas a causa de una carga tecnológica enorme en su interior y de un diseño exterior que cautiva. Estos días, precisamente, estamos probando uno en Híbridos y Eléctricos.
La conclusión y veredicto sobre el Austral como producto la daremos más adelante en un artículo enfocado especialmente a ello. Hoy, sin embargo, queremos centrarnos en un aspecto muy llamativo para quienes están valorando la compra de un coche híbrido de tipo todocamino (de cualquier tipo, en realidad) para usar como primer vehículo de una unidad familiar: el consumo.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el Austral ligado a la motorización que Renault denomina Full Hybrid nos ha parecido el modelo perfecto para dar respuesta a a esta cuestión. Técnicamente, estamos ante un modelo que recurre a un motor de gasolina de tres cilindros, turboalimentado, que rinde una potencia de 131 CV. Este bloque es asistido de manera casi constante por dos motores eléctricos que rinden 34 y 68 CV de potencia, situando la potencia total del Austral en los 200 CV.
Surtiendo de energía a los dos propulsores eléctricos encontramos una batería cuya capacidad está cifrada en 2 kWh, que es un dato dentro de lo habitual en este tipo de coches híbridos y que en circunstancias normales apenas vale para recorrer apenas unos metros en modo eléctrico antes de que el motor gasolina vuelva a entrar en funcionamiento. Sin embargo, por cómo está pensado el esquema híbrido del Austral, y según la propia Renault, "en ciudad se consigue circular en modo totalmente eléctrico hasta el 80 % del tiempo, ahorrando hasta un 40 % de consumo con respecto a un motor térmico en las mismas condiciones. El consumo combinado homologado en ciclo WLTP para esta versión es de 4,6 litros.
Con todos estos datos en la mano, nos disponemos, pues, a iniciar un recorrido urbano tipo que mezcla vías de media velocidad (hasta 90 kilómetros por hora) con secciones de menor velocidad (limitadas a 30 ó 60 kilómetros por hora), e incluso alguna que otra retención de poca longitud típica de horas puntas. Concretamente, estamos afrontando la ida y vuelta del colegio para la recogida de nuestra pequeña María.
En mi caso, que resido en la ciudad de Málaga, el centro escolar se encuentra situado a unos 9 kilómetros de mi domicilio. Y a pesar de que se trata de una distancia relativamente corta, lo normal es emplear unos 20 minutos en el trayecto de ida y otros tantos en el de vuelta.
Nos disponemos a iniciar la marcha con el Austral completamente frío (no lo poníamos en marcha desde el día anterior por la noche) y con menos de un cuarto de energía de la batería dispnible. Antes de empezar a avanzar reseteamos el trip parcial par saber qué distancia exacta vamos a recorrer y qué concumo obtendremos a la vuelta del mismo. Cabe señalar que el camino de ida tiene más pendientes que afrontar que el de vuelta y que durante todo el camino vamos al mismo ritmo del tráfico, y que adelantamos varias veces a algunos coches, aunque sin hundir el acelerador.
Aunque en los primeros metros en los que entra en funcionamiento el motor térmico lo hace a costa de un consumo alto debido a su temperatura, lo cierto es que conforme vamos avanzando empieza a caer la cifra media de manera notable. El primer trayecto se salda con 9,2 kilómetros recorridos y un consumo medio de 5,4 litros según el ordenador de abordo.
Una vez con la pequeña dentro del Austral, iniciamos el camino de vuelta a casa tomando las mismas carreteras que hemos recorrido antes. Una vez aparcados en casa, el cuadro de mandos sentencia que hemos recorrido 18,7 kilómetros arrojando una media de 4,7 litros. Un dato, creemos, muy bueno para estar ante un SUV híbrido de 200 CV de potencia y 1.600 kilos de peso.
