Esta semana debería ser una de las más importantes en la historia de Tesla. La conducción autónoma ha sido una de las grandes promesas de Elon Musk desde hace casi una década. El empresario americano ha centrado en los sistemas de conducción asistida toda la atención de la empresa líder de coches eléctricos. El lanzamiento está programado para el próximo día 12 de junio, pero ahora hemos sabido que Tesla ya ha comenzado las pruebas de sus vehículos autónomos. Al menos así lo recoge un informe publicado por medios estadounidenses. Tesla y Elon Musk parece que tienen prisa. A pesar de todo, la idea es emprender la batalla en solitario sin la ayuda de grandes empresas del sector.
Es normal que la tengan teniendo en cuenta el estado de la compañía. Con las ventas cayendo en gran parte del mundo, la imagen de la empresa ha quedado seriamente dañada por culpa de las actividades políticas de su CEO. Muchos reniegan de Musk y, por lo tanto, de sus productos. Tesla necesita dar un golpe de efecto y pretende darlo con la conducción autónoma. El año pasado presentaron al mundo sus dos primeros vehículos autónomos. En apenas unos días uno de ellos se hará realidad iniciando las operaciones de transporte de pasajeros sin conductor. El primer paso ya se ha dado, aunque Musk se guarda un as bajo la manga por si acaso.

Importante paso para la llegada de los primeros robotaxis de Tesla
Tal y como recogen las ya mencionadas fuentes, Tesla ha ingresado en la lista de compañías que operan servicios de vehículos autónomos en la localidad de Austin, algo que hasta ahora no había ocurrido. El dossier indica claramente que Tesla ya está en fase de pruebas. Vemos que hay varias empresas rivales. Volkswagen, AVRide, Hyundai y Amazon se encuentran en el mismo punto. Solo Waymo presenta un estado de “implementación”. La compañía dirigida por Alphabet lleva más de un año cubriendo etapas de su servicio. Waymo ha estado operando seis meses con conductores y otros seis meses sin conductores antes de lanzar el servicio a principios de este año.
Musk quiere que Tesla complete ese proceso en cuestión de días. Durante una entrevista reciente, el CEO ha reconocido que espera tener en marcha los primeros servicios de transporte a finales de este mismo mes. Los plazos se antojan excesivamente breves teniendo en cuenta la seriedad del asunto. La fase de pruebas incluye la creación de una pequeña flota de vehículos con un software específico y optimizado para trabajar en un área geocercada en la localidad de Texas. A eso hay que sumar el respaldo humano de los teleoperadores que controlarán cada viaje de forma remota.

Por toda la ciudad ya se han visto circular algunas de esas unidades, pero siempre con un conductor sentado en el asiento de la izquierda. La situación de Tesla invita a pensar en la gran presión que están sufriendo los trabajadores del proyecto. La compañía necesita dar ese golpe de efecto de cara a los inversores. Las acciones de la compañía han sufrido un importante golpe tras la ruptura de relaciones entre Musk y el presidente Donald Trump. Muchos analistas creen que la tensión que ahora se ha instalado entre los dos personajes puede afectar seriamente a los intereses de la compañía.