No es ningún secreto que Elon Musk tiene sus propios planes para Tesla. La compañía líder de coches eléctricos está en pleno proceso de transformación. Tras haber conquistado el terreno de la movilidad libre de emisiones, el CEO de la compañía quiere ahora dirigirse a nuevas y futuras áreas que darán, supuestamente, muchos más beneficios. La apuesta se centra en la tecnología. En los robots y en los coches autónomos. Los primeros vehículos sin conductor empezarán a operar en cuestión de días, pero Tesla puede que necesite ayuda. Una ayuda que ya ha rechazado sin haber puesto un pie en el mercado.
El sueño de Musk no es revolucionario ni novedoso. Los coches autónomos llevan siendo la esperanza de la industria desde hace décadas. Si bien hasta ahora no se han producido los avances más importantes, todavía hay mucho terreno por conquistar. No es tan fácil como crear un coche, la tecnología y lanzarlo a las calles. Musk parece convencido de ello, pero hay empresas que llevan años corriendo esa maratón. Algunas han tenido éxito, otras no tanto. Tesla se enfrenta a un terreno muy complicado cargado de exigentes normativas e infinitas variables.
Tesla quiere emprender un difícil camino por su cuenta
Según ha anunciado recientemente el propio Musk, Tesla espera tener en las calles 1.000.000 de vehículos autónomos a finales de 2026. Por el momento, tiene que pensar en qué nombre ponerle a ese coche tan especial. Las autoridades le han prohibido apropiarse del término robotaxi. Más dudas surgen de la estrategia. Si bien Tesla es experta en fabricar coches eléctricos, es toda una novata en lo que a gestión de flotas de transporte de pasajeros se refiere. En las oficinas de Tesla se reconoce que la empresa lleva años de retraso con respecto a otros rivales como Waymo.
Puede que tengan la tecnología -tienen que demostrarlo- pero debe desarrollar todo el ecosistema necesario para la operatividad del servicio. Es ahí donde podría entrar en juego una gran empresa que sí tiene experiencia en ese área; Uber. La compañía californiana es el líder mundial en servicios de transporte de pasajeros. Con el paso de los años Uber se ha afianzado en muchos países del mundo prestando sus servicios de taxi. Nadie mejor que ellos para crear una asociación descomunal que podría inundar las calles con vehículos autónomos. Sin embargo, hay un pequeño problema.
Tesla ya ha rechazado esa ayuda. La posible alianza no tendrá lugar, aunque el director ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, ha dejado la puerta abierta para una posible futura negociación. Tesla quiere entrar en el mercado de traslado de pasajeros por su cuenta. Para ello no sólo necesita contar con el vehículo, también con la aplicación necesaria, la gestión de la flota, los puntos de recarga, los centros de mantenimiento y una larga lista de elementos imprescindibles que nadie en el seno de la empresa ha querido dejar claro cómo solucionar. Los primeros coches autónomos de Tesla empezarán a operar en la ciudad de Austin el próximo día 12 de junio y muchas son las incógnitas que hay por el momento.