Es el primer ATV eléctrico del mundo y está listo para salir a la venta en 2026: lo fabrica la canadiense Can-Am, se llama Outlander Electric y posee un alto grado de calidad, seña de identidad de la marca.
Un ATV (All Terrain Vehicle) generalmente se diferencia de un Quad por tener tracción a las cuatro ruedas y un enfoque de utilización más amplio en el que se engloba, por ejemplo, un uso laboral, ya sea agrícola o ganadero. Es por ello que los ATV tienen pocas o nulas aspiraciones deportivas. Evidentemente, el uso recreacional también está dentro de su rango de utilización.
"Con una transmisión silenciosa y vibraciones casi nulas, ofrece una experiencia de conducción silenciosa como un susurro" (Can Am)
Como ya hemos comentado en infinidad de ocasiones, un vehículo eléctrico para el uso por el medio rural lo entendemos como un acierto absoluto: no es que digamos que para el asfalto no tengan sentido, simplemente que, con las restricciones medioambientales que hay y también con la conciencia reinante (afortunadamente) por proteger nuestro entorno, un vehículo cero emisiones es lo mejor que le podría pasar al medio rural.
Y, ¿por qué hacer un ATV y no un Quad?
Primero, porque Can-Am tiene una dilatada experiencia en los ATV de gasolina (el Outlander de combustión ya existía en catálogo), mientras que Quad tiene solo un modelo: el Renegade. Y porque en un uso fuera de la competición, un vehículo eléctrico ofrece muchas más ventajas. Primero, lo que hablábamos antes de la contaminación: ni una gota de humo en un entorno limpio. ¡Y ni una gota de ruido en un entorno que debería ser silencioso!
Por otor lado, la economía de utilización: un vehículo eléctrico 100% será más ahorrador que uno de gasolina. Y eso, en un entorno laboral, es doblemente ventajoso.
Un motor que es un 'purasangre'
Un vehículo como el Outlander Electric que va destinado a ser cargado (y mucho) ha de tener un gran motor. Pues bien, Rotax es la marca encargada de fabricarlo (Rotax E-Power de refrigeración líquida) y ofrece unos buenos valores: tiene una potencia máxima de 47 CV (36 kW), una contínua de 27 CV (20 kW) y un par motor de 72 Nm. Posee marcha atrás (seleccionable desde el propio motor de arranque), con tracción a las dos o a las cuatro ruedas (2WD/4WD) según deseemos y diferencial delantero de bloqueo automático Visco-Lok† QE.
Ofrece tres modos de aporte de potencia: uno que han bautizado como 'de trabajo' (una especie de reductora que ofrece mucha fuerza a poca velocidad), otro modo 'estándar' y un último 'deportivo'. Posee, además, limitador de velocidad.
La batería, de 8,9 kWh, carga del 20 % al 80 % en tan solo 50 minutos, gracias al cargador integrado de nivel 2 de 6,6 kW. Según la marca, la autonomía máxima es de 80 km, algo que, dado el enfoque de utilización, debería ser más que suficiente.
Parte ciclo a prueba de bombas
Evidentemente, un vehículo como el Outlander Electric, destinado a ser 'maltratado' ha de estar preparado: posee un sistema de suspensión con doble brazo tanto delantero como trasero, con amortiguadores de doble tubo y un recorrido generoso (delante ofrece 248 mm y detrás 260). Como no podía ser de otra forma en un vehículo de estas características, la dirección es asistida.
Las ruedas son de aleación de aluminio fundido de 14 pulgadas y calzan neumáticos XPS Recon Force 10 pulgadas de anchura, con un taqueado bastante pronunciado. El sistema de frenos también es bastante contundente: doble freno de disco hidráulico delantero (uno por cada rueda) con discos de 214 mm y pinzas de doble pistón y un frenos de disco simple en el eje trasero, con el mismo diámetro de disco y la misma pinza de doble pistón.
Las dimensiones son bastante grandes: tiene una longitud total de casi 2,5 mts, una anchura de 1,22 mts y un peso de nada menos que 415 kg. Tiene huecos para llevar nuestras pertenencias (y más) de 34 lts de capacidad. Posee dos parrillas portabultos: la delantera puede cargar hasta 54,4 kg y la trasera 109 kg. Puede remolcar hasta un peso de 830 kg. Como vemos, hablamos de un vehículo imponente.
Dos versiones: monoplaza o biplaza
Existen dos versiones del Outlander Electric: uno que se llama Outlander Electric 'a secas' y otro con el sobrenombre de Max. Este último tiene dos asientos (el traseo con respaldo) para poder llevar a un eventual pasajero, por lo que también está dotado de reposapiés.
El equipamiento en general es amplio, con una pantalla a color de 5 pulgadas y toma para carga de teléfono móvil y otros accesorios, tanto con salida USB-C como USB-A.
Las luces, tanto delanteras como traseras, son del tipo led, lo que asegura una buena visibilidad (ver y ser vistos). No hay precios oficiales en nuestro país aunque los desvelados para USA nos pueden dar una orientación: 12.999 $ para el Outlander Electric y 14.299 $ para el Outlander Electric Max. En definitiva, un vehículo que miremos por donde le miremos observamos una construcción muy sólida y que para nada nos hace pensar en que el el primer ATV eléctrico de la historia. Más información en: Can-Am Outlander Electric