Durante su intervención en el pasado Salón del Automóvil de Bruselas, la ya exdirectora ejecutiva de Peugeot, Linda Jackson, lanzó un claro mensaje a los gobiernos europeos, que se resume en que la transición hacia el coche eléctrico necesita respaldo institucional para poder consolidarse en el mercado.
Jackson subrayó que, aunque los fabricantes están cumpliendo con los objetivos medioambientales establecidos por la Unión Europea, “hay un límite de lo que un fabricante puede hacer”. En este sentido, instó a los responsables políticos a implementar medidas que favorezcan tanto la producción como la adquisición de vehículos eléctricos.
Linda Jackson apuntaba a una clara necesidad en la Unión Europea
“Tenemos los productos, las gamas, la experiencia del cliente y ofertas competitivas. Pero como fabricante, sólo podemos llegar hasta cierto punto. Necesitamos ayuda de los gobiernos”, afirmó la ejecutiva.
Peugeot, marca perteneciente al grupo Stellantis, considera que ha cumplido con su parte en la reducción de emisiones. Ahora, espera que los Estados miembros de la UE contribuyan activamente a estimular la demanda, especialmente mediante incentivos para la compra de vehículos eléctricos, tanto nuevos como de segunda mano.
Las medidas deben estimular la compra de los coches que exigen las normativas
Jackson evitó posicionarse sobre si la solución pasa por reforzar políticas arancelarias para proteger la fabricación europea o por ampliar los programas de subsidios. “Todavía hay muchas discusiones en curso en las que no participo directamente”, explicó. Sin embargo, añadió que es evidente que el sector necesita “algún tipo de estímulo para dinamizar el mercado”.
La situación varía según el país. En el Reino Unido, por ejemplo, no existen actualmente incentivos similares al Plan Moves III español, y tampoco se aplican los aranceles impuestos por Bruselas a vehículos eléctricos procedentes de China. Aun así, las marcas están obligadas a cumplir con el mandato británico ZEV (Vehículo de Emisiones Cero), que impone exigencias medioambientales más estrictas que la normativa europea.
Frente a estas diferencias regulatorias, Peugeot insiste en la necesidad de establecer medidas fiscales que faciliten el acceso de los consumidores a modelos eléctricos pequeños y familiares, considerados clave para la democratización de la movilidad eléctrica.
El llamado de la exCEO de Peugeot refleja una creciente presión dentro del sector automotriz, que considera imprescindible una respuesta política coordinada para acelerar la transición energética en el transporte europeo.
Una situación que desde febrero tiene sobre sus espaldas el actual CEO de Peugeot, Alain Favey, quien en numerosas declaraciones se ha mostrado decidido sobre la postura que hay que tomar en la transición eléctrica de la marca que forma parte del entramado Stellantis.
Básicamente apuesta por más coches eléctricos, precios más bajos en la medida de los posible y un objetivo claro: “ser líderes en el sector del vehículo eléctrico en Europa”.