A comienzos del siglo XX, la industria del automóvil vivía una etapa dominada por vehículos artesanales, caros y reservados a una élite. En 1908, Henry Ford rompió ese esquema con la llegada del Ford Model T, un coche sencillo, resistente y mucho más asequible que cualquier otro en el mercado. Su precio inicial rondaba los 850 dólares, pero gracias a la visión de Ford y su apuesta por la producción masiva, ese coste se redujo drásticamente en pocos años, acercando el automóvil a la clase media por primera vez en la historia.
El verdadero golpe de efecto llegó en 1913 con la introducción de la cadena de montaje móvil, que multiplicó la velocidad de producción y redujo costes de forma sin precedentes. Permitió fabricar miles de Model T al día, lo que no solo transformó la industria del automóvil, sino que sentó las bases de la producción en serie moderna.

Repetición del ‘momentazo Model T’ de Ford
Ford ha dado un paso decisivo hacia la democratización del vehículo eléctrico con el anuncio de un ambicioso plan: desarrollar una pickup eléctrica de tamaño medio con un precio de partida de aproximadamente 30.000 dólares. Este movimiento, bautizado por la compañía como su “Model T moment”, representa una apuesta por la accesibilidad y la innovación industrial.
La compañía invertirá unos 5.000 millones de dólares para transformar su planta de ensamblaje de Louisville (Kentucky), donde se fabrican actualmente el Ford Escape y el Lincoln Corsair, que serán descontinuados en 2026. El objetivo es reconfigurar la instalación mediante un nuevo sistema de producción denominado “assembly tree” o árbol de ensamblaje, que permite montar vehículos de forma paralela en tres subconjuntos, estructura delantera, trasera y batería/interior, acelerando y simplificando la fabricación, al más puro estilo del modelo T.
El nuevo pickup eléctrico, que llegará al mercado en 2027, estará basado en la plataforma modular Universal EV Platform desarrollada por el equipo “skunkworks” en California, liderado por exingenieros de Tesla, Rivian, Apple y Lucid. Esta arquitectura universal reducirá en un 20% la cantidad de piezas y en un 40% los puestos de trabajo necesarios en la línea de producción, lo que supone una mejora notable en eficiencia y costes.

En el corazón del vehículo estarán las baterías de litio ferrofosfato (LFP), más baratas, seguras y sostenibles, fabricadas en EE. UU., concretamente en el complejo BlueOval Battery Park en Michigan, donde se han invertido unos 3.000 millones de dólares, y también incluidas en la nueva estrategia de Ford.
En cuanto a prestaciones, el pickup eléctrico promete acelerar de 0 a 60 mph (aproximadamente 100 km/h) en torno a 4,5 segundos, rivalizando con el Mustang EcoBoost, y ofrecer una habitabilidad superior a la del Toyota RAV4, gracias a un diseño eficiente que maximiza el espacio interior. Además, incluirá detalles prácticos como un almacenaje frontal (“frunk”) y caja de carga trasera, y será capaz incluso de abastecer una vivienda durante hasta seis días.
El impacto previsto en empleo es significativo: el plan asegura mantener o crear casi 4.000 puestos de trabajo entre Kentucky y Michigan, reforzando el compromiso de Ford con la manufactura local.

La firma no oculta que esta estrategia conlleva riesgos. Jim Farley, su consejero delegado, ha comparado su iniciativa con el histórico “Model T moment” de Ford, asumiendo la magnitud de la transformación. Se produce en un contexto desafiante: reducción de incentivos estatales, competencia de fabricantes chinos como BYD o Geely, y pérdidas acumuladas en la división eléctrica. Analistas como los de Bank of America valoran positivamente la apuesta, aunque advierten que las expectativas del mercado siguen siendo cautelosas
Este salto estratégico podría marcar un antes y un después en el mercado de vehículos eléctricos en EE. UU., al situar un pickup equipado, práctico y económico al alcance de un público mayoritario. En un sector donde predominan modelos grandes y costosos, la llegada de esta pickup compacta y asequible puede abrir nuevas oportunidades y cambiar las reglas del juego.