¿A dónde irán más de 3 millones de baterías de viejos coches eléctricos?

Los coches eléctricos son la solución a las emisiones contaminantes, pero también tienen sus propios problemas. El reciclaje y tratamiento de las baterías al final de su vida útil es, actualmente, el principal asunto a resolver.

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23/08/2018 11:07
Actualizado a 05/09/2018 01:53

Actualmente, la industria del automóvil se encuentra en pleno proceso de cambio y se busca, principalmente, una reducción drástica de las emisiones contaminantes. Desde hace ya muchos años, las normativas de control de las emisiones se han ido recrudeciendo más y más, mientras que los fabricantes se encontraban con la necesidad de desarrollar todo tipo de innovaciones para poder seguir con la venta de sus automóviles. Ahora, todo apunta a un futuro eléctrico, sin emisiones de ningún tipo que ofrezca ciudades limpias y sin molestos ruidos. Pero existe un inconveniente, y es que las baterías son muy tóxicas para el medio ambiente y necesitan ser reutilizadas o recicladas.

¿Qué ocurrirá con esas baterías cuando lleguen al final de su vida útil? Se trata, actualmente, de uno de los problemas más importantes relacionados con la movilidad eléctrica y el que requiere soluciones urgentes. Se pronostica que al ritmo actual de ventas, la acumulación de baterías procedentes de automóviles eléctricos superará en el año 2025 los 3,4 millones de paquetes. Comparado con las cifras actuales, en torno a las 55.000, el problema es evidente. A día de hoy se lleva a cabo una solución que, por un lado, resulta bastante interesante pero no será válida por siempre. Los primeros lotes de baterías procedentes de coches eléctricos terminan sus días como accionadores de carga para coches, almacenamiento de energía para hogares o como fuente de piezas de repuesto. Pero estos usos tienen un límite y no puede absorber la enorme cantidad de baterías que se tiene previsto que se acumulen.

"Los fabricantes de automóviles tienen ante sí un problema inminente de grandes dimensiones por el enorme volumen de baterías a reciclar", ha manifestado recientemente Johan Stjernberg, director ejecutivo de Box of Energy AB, compañía sueca proveedora de Porsche y Volvo en declaraciones a Bloomberg.

China es hoy día el mayor mercado del mundo de coches eléctricos. Allí se venden cerca de la mitad de los vehículos eléctricos de todo el mundo y es allí donde las primeras soluciones están tomando forma. Este mismo mes de agosto ha entrado en vigor una reforma que hace responsables a todos los fabricantes de coches de las baterías obsoletas. Así se impide que todas las baterías, tras su vida útil, acaben abandonadas y acumuladas en vertederos. Al mismo tiempo, en Europa, se preparan nuevas regulaciones y se espera que no tardando mucho, Estados Unidos se una con sus propias normativas.

Los fabricantes de vehículos también investigan posibles soluciones para el inminente problema. Por el momento y como ya se ha comentado, se ha optado por nuevos modelos de negocio gracias a que una vez desmontadas, las baterías de los coches pueden seguir almacenando y entregando energía entre siete y diez años según estimaciones. Así, por tanto, basta con una pequeña adaptación y se podrán usar durante otra década más y ofrecer una serie de oportunidades a proveedores de electricidad, a usuarios y a los propios fabricantes.

"La lógica detrás de todo esto es la llamada economía circular, gracias a la cual la batería usada de un vehículo eléctrico se convertirá, cada vez más, en un importante componente energético", señala Cecile Sobole, gerente del programa para el negocio de los vehículos eléctricos en Renault.

"El mercado de segunda vida en aplicaciones de almacenamiento para baterías de coches eléctricos será enorme", indica Johan Stjernberg, director ejecutivo de Box of Energy AB.

Según los datos de un informe elaborado por Circular Energy Storage, China posee el 70% del mercado de reciclaje de baterías y Corea del Sur un 16%. El mismo estudio afirma que el negocio del reciclaje de baterías alcanzará los 3.500 millones de dólares en 2025 mientras que las baterías de segunda mano llegarán a 4.200 millones de dólares.

Sobre la firma
Javi Martín

Colaborador de Híbridos y Eléctricos