Ya sea por haber llegado al mercado antes de tiempo o por no haberse situado en una buena horquilla de precios, la versión eléctrica del Mazda MX-30 era un SUV que llamaba la atención por diseño y calidad de construcción pero que por prestaciones (especialmente la autonomía) no acababa de convencer. Ahora Mazda ha introducido en Europa una versión en la que su motor de gasolina más característico se encarga de redondear un conjunto que, ahora sí, será mucho más atractivo para un mayor público.
Mazda lo denomina MX-30 e-Skyactiv R-EV y por concepto estamos ante un eléctrico de tipo R-EV (Range Extended Electric Vehicle), es decir, ante un eléctrico de autonomía extendida, aunque el cómo se reparte su autonomía final (tiene un depósito de gasolina de 50 litros), hace que más bien estemos ante un híbrido enchufable de autonomía extendida. Se trata de ya de por sí un tipo de esquema de propulsión no muy habitual al que además se ha de sumar que el motor de gasolina que toma lugar bajo su capó es muy singular.
Y es que en esta versión el MX-30 tiene ahora un motor de gasolina rotativo (de tipo Wankel) que hace las veces de generador al mandar electricidad tanto a la batería como al motor eléctrico de manera directa. Se trata de un tipo de motor del que Mazda se ha convertido en abanderada estos últimos años. A decir verdad, la última vez que lo usó en un coche de calle, el RX-8, resultó un desastre en términos de fiabilidad. Ahora, los japoneses prometen haber perfeccionado la fórmula.
Técnicamente, estamos ante un SUV que rinde 170 CV extraídos únicamente de su motor eléctrico, ubicado en el eje delantero y que se sirve de una batería cuya capacidad se cifra en 17,8 kWh. El motor rotativo sólo interfiere en la cadena cinemática para cargar la batería o mandar energía al motor eléctrico. Tiene una potencia de 75 CV y está colocado de manera paralela al eléctrico. La batería se sitúa bajo el piso del habitáculo.
Con todo lo anterior, las prestaciones quedan marcadas por un 0 a 100 en 9,1 segundos y una velocidad máxima de 140 kilómetros por hora. La autonomía eléctrica homologada con una carga completa es de 85 kilómetros, por lo que se podrán efectuar los trayectos diarios de la mayoría de conductores en modo 100% eléctrico.
Se trata de un sistema muy similar al que utiliza Nissan en las versiones híbridas de sus Qashqai y X-Trail, en los que el motor eléctrico es el único con capacidad de transferiri la potencia a las ruedas, aunque con la diferencia de que no se trata de híbridos enchufables.
Su personalidad no sólo queda marcada por una atípica tecnología de propulsión, sino también por un diseño muy trabajado al que además se suma el uso de unas puertas traseras de apertura inversa.
Todo este despliegue lo ofrece Mazda por exactamente el mismo precio que la versión eléctrica del MX-30. La gama arranca con los 38.050 euros de la línea Prime-Line, que ya de serie consta de un extenso equipamiento. Entre los elementos incluidos, Mazda destaca faros delanteros y traseros con tecnología LED, llantas de 18 pulgadas, sensores de parking delanteros y traseros, pantalla central de 8,8 pulgadas con sistema de navegación y conexión con Android Auto / Apple CarPlay y múltiples sistemas de ayuda a la conducción.
Gracias a que se considera un híbrido enchufable, puede optar a los 2.500 euros de ayuda que aporta el Estado a través del Plan Moves III.
