Aunque con más retraso del esperado, Tesla por fin ha lanzado al mercado sus modelos ‘Standard’ para las gamas de los Model 3 y Model Y. Los coches más asequibles de la compañía se vuelven más baratos gracias a los numerosos cambios introducidos. Una vez más, Elon Musk se saca de la manga un modelo que si bien es más barato, pierde, en unos pocos detalles, toda la esencia que siempre ha rodeado a la marca. Está claro que nadie podrá considerar como premium a los nuevos modelos. Algunos de sus detalles son verdaderamente cutres.
Mires por donde mires te encuentras ‘cositas’ que dejan, una vez más, en evidencia la calidad de fabricación de Tesla. A pesar de que los americanos han pulido muchos los detalles, los nuevos Model Y y Model 3 Standard ofrecen algunos aspectos a mejorar. Incluso en la carrocería del SUV se puede apreciar que Tesla ha sacado la tijera a pasear (para recortar gastos), aunque en este caso se han quedado cortos. El portón del maletero y las molduras laterales no están enrasadas. Es súper extraño teniendo en cuenta que en el resto de modelos eso no pasa. No tiene sentido.
Dudas sobre el posible ahorro de algunas piezas
Si nos metemos en el coche también vamos a ver cambios tan importantes como cutres. El túnel central cambia de diseño y de aspecto. Deja de ser totalmente corrido para ofrecer un espacio vacío. No hay conexión directa con la consola central. En realidad no supone ningún problema. El espacio libre genera sensación de amplitud, aunque sería curioso saber cuánto dinero se ahorra Tesla con este cambio. Hay que tener en cuenta que los modelos son unos 5.000 dólares más económicos que las hasta ahora unidades más baratas de la gama.
Lo peor de todo lo encontramos en el interior, una vez más. Hay que mirar al techo para descubrir una de las zonas más asombrosas y ridículas de los nuevos Tesla Standard. El techo de cristal queda oculto a la vista, pero sigue ahí. Los americanos han cubierto el panel de cristal con una tela para así hacer pensar que no está, pero sí que está. Se ve por fuera, pero no por dentro, ¿por qué? Pues porque a Tesla le habría salido mucho más caro reemplazar el techo panorámico por una lámina de metal que implica alterar las líneas de montaje y todo el proceso de soldadura y fundición de las planchas.
En lugar de optar por esa solución ha decidido tapar a la vista el techo. Seguro que no tardaremos mucho en ver cómo la gente ‘abre’ de forma casera su claraboya al cielo. Por último, pero no por ello menos cutre, hay que hablar del maletero delantero. El frunk de los Model Y Standard pierde sus buenos acabados. Al abrir el capó nos encontramos con una cobertura de fieltro que deja a la vista gran parte de la estructura del vehículo. Es funcional, sí, pero también queda excesivamente pobre a la vista. Tras la presentación no se han hecho esperar las múltiples quejas de usuarios fieles al ver donde su querida marca ha perdido calidad.