Si bien el 2023 fue un año excepcionalmente bueno para Tesla, la compañía alcanzó el mayor volumen de producción y matriculaciones de su historia, el 2024 ha empezado con el pie izquierdo. Tras la agresiva bajada de precios del curso anterior, los de Austin se enfrentan ahora a una pérdida notable en lo que a rentabilidad se refiere. Los ingresos han caído y el caos parece haberse apoderado de la empresa. No ha habido departamento que no haya sufrido despidos, algunos han desaparecido al completo, como el de Superchargers. La mejor red de carga del mundo se tambalea y un correo electrónico demuestra la incertidumbre que se vive ahora mismo.
A finales del pasado mes de abril, Tesla hizo públicos los resultados del primer trimestre comercial. Todo el mundo daba por hecho que los datos no iban a cumplir con las expectativas, pero el golpe fue mucho más duro de lo que se esperaba. Los ingresos y, lo que es peor, los beneficios, caían a plomo. Dos han sido las causas para este mal inicio de curso: la reducción de precios y el aumento de las inversiones. Tesla, con Elon Musk a la cabeza, está decidida a apostar por el cambio de la conducción autónoma. La empresa lleva gastados cientos de millones de dólares, mientras que otros proyectos más interesantes como el del Tesla Model 2 parecen inmersos en un limbo de desarrollo y producción.
Todas las obras nuevas quedan paralizadas con efecto inmediato
El próximo mes de agosto conoceremos el resultado de tanto trabajo, pero mientras tanto, Tesla tiene que afrontar cambios importantes. El 10% de la plantilla ha sido o será despedida en breve, aunque fuentes internas aseguran que esa cifra puede ascender hasta el 20%. El equipo de Supercharger al completo, incluida su directora, Rebecca Tinucci, han finiquitado su relación con la empresa. Una maniobra que muy pocos entienden. La red de supercargadores de Tesla es la mejor, la más potente y la más fiable del mundo. Este movimiento ralentizará su expansión, confirmado por el propio Musk. Tesla quiere centrarse en expandir la red actual así como en conseguir un 100% de operatividad de la infraestructura, que ahora alcanza el 99,95%.
Todo el mundo está sufriendo por la inestabilidad, proveedores incluidos. Gracias a Electrek hemos podido conocer el enigmático correo electrónico que han recibido muchos de ellos, que ha resultado ser la prueba más clara de la inestable situación por la que atraviesa Tesla. El email al completo es el siguiente:
A todos los interesados:
Es posible que sepa que ha habido un ajuste reciente en la organización Supercharger, que actualmente está atravesando una reestructuración repentina y exhaustiva. Si ya recibió este correo electrónico, ignórelo ya que estamos intentando conectarnos con nuestros proveedores y contratistas. Como parte de este proceso, queremos establecer nuevos roles de liderazgo, priorizar proyectos y optimizar nuestros procedimientos de pago. Debido a la naturaleza transitoria de esta fase, le pedimos paciencia con nuestro tiempo de respuesta.
Entiendo que este período de cambio puede ser desafiante y que la paciencia no es fácil cuando se espera un pago, sin embargo, quiero expresar mi sincero agradecimiento por su comprensión y apoyo mientras navegamos por esta transición. En este momento, espere a iniciar la construcción de cualquier proyecto de construcción recientemente adjudicado y cualquier operación previa a la construcción planificada. Si actualmente está trabajando en un sitio de construcción de Supercharging activo, continúe. Comuníquese con [correo electrónico redactado] si tiene más preguntas, comentarios y/o inquietudes. Además, siga trabajando en cualquier pedido de material nuevo. Comuníquese con [correo electrónico redactado] si tiene más preguntas, comentarios y/o inquietudes. Si espera un pago retrasado, comuníquese con [correo electrónico redactado] para obtener una actualización de estado.
Gracias por su cooperación y paciencia.
Hay varios detalles a resaltar. El primero de ellos es la falta de personalización del correo. Se trata de una misiva digital dirigida a cualquier tipo de proveedor. No menos llamativo es el uso del término ajuste reciente en la organización. Una forma un tanto extraña después de haber despedido por completo al equipo encargado de los supercargadores. Otro hecho importante es que Tesla paraliza cualquier obra nueva que todavía no esté en marcha. Eso supondrá un claro perjuicio para los intereses de la industria y de los conductores en un momento vital para afianzar la confianza en la red de carga. La situación es tal que muchos rivales de Tesla han olido la sangre y esperan hacerse con las posiciones privilegiadas abandonadas por los de Elon Musk. El tema dará mucho de qué hablar durante las próximas semanas.
