Elon Musk siempre ha tenido muy claro qué hacer con su compañía de coches eléctricos y cuáles son los pasos que dar para cambiar la industria desde los cimientos. El sector de la automoción ha evolucionado mucho desde su fundación, pero siempre ha mantenido principios fundamentales que ahora se tambalean ante la llegada de nuevos conceptos. Desde la irrupción de Tesla hemos empezado a emplear términos extraños que hoy son comunes, como Gigafactoría o GigaPress. Los americanos han roto esquemas y ahora podrían haber dado un salto crucial en cuanto a producción en masa.
El Plan Maestro de Musk contempla una producción a gran escala. Cuanto más rápido y más unidades fabriques, más barato puedes vender un producto. No sólo se trata de mejorar el valor de venta, sino también de adelantarse a los más inmediatos perseguidores. Muchos han subestimado el poder de Tesla para mejorar y establecerse en el mercado, pero año a año, cifra a cifra y paso a paso, todas y cada una de las críticas han sido rebatidas. Tesla no sólo ha cambiado la forma de moverse, también ha replanteado las estrategias básicas de la producción en serie.
Henry Ford fue el padre de la cadena de montaje para la industria del automóvil. El empresario americano fundó un sistema que hoy todavía se replica a una escala mayor. Líneas robotizadas y segmentadas que permiten que un coche nuevo salga de la fábrica cada pocos segundos. Sin embargo, cada segundo cuenta, como bien sabe Tesla. Las GigaPress son capaces de conformar grandes piezas de fundición en apenas unos segundos. Planchas de metal que se transforman en piezas clave del coche tras recibir un agresivo tratamiento de calor y presión.
Tesla fue la primera en usarlas y hoy muchos otros fabricantes buscan replicar ese sistema. Esta misma semana hemos podido saber que Hyundai quiere copiar ese formato. Obviamente, se copia lo bueno y, si funciona, mejor.
Ahora bien, mientras muchos rivales buscan equipararse a Tesla, los americanos parecen haber dado un paso más para distanciarse de la competencia. Tal y como recogen fuentes de Reuters, la compañía habría encontrado la forma de crear los bajos del coche en una sola pieza, capaz de producirse en segundos. Algo que hasta ahora parecía imposible.
Un coche es como un gran puzle. Cientos, miles de piezas ensambladas y unidas con tornillos, pegamentos o soldaduras. Cuantas menos piezas tenga un puzle, más rápido y sencillo es de completar, y con los coches es igual. El hecho de que Tesla haya dado con la forma de reducir el número de piezas supondría un gran avance para la industria y un paso más para que la compañía de Elon Musk afiance su hegemonía. Dos de las fuentes del citado medio aseguran que Tesla podría desarrollar un coche desde cero en un plazo de 18 a 24 meses, cuando lo normal es que el desarrollo sean 3 o 4 años de trabajo.
Todos estos avances y conocimientos adquiridos permitirán a Tesla ofrecer un coche de bajo coste en el futuro. El esperado Tesla Model 2 será el modelo que termine de lanzar a la compañía al estrellato. Aplicando las nuevas técnicas de fundición, los americanos podrían inundar las calles con un vehículo rápido de producir y barato de comprar. Todavía quedan unos años para que el Model 2 llegue a los concesionarios, pero los pasos dados hoy serán fundamentales mañana. Si sus rivales quieren realmente plantar cara tendrán que correr mucho más.
