La bicicleta eléctrica lleva un tiempo siendo una de las opciones preferidas de la población para moverse por el entorno urbano. Sin embargo, hay una propuesta que ha roto todas las expectativas. El patinete eléctrico se ha convertido, sin duda alguna, en la principal opción que hay presente en el mercado. El bajo coste de mantenimiento y la nula necesidad de contar con un permiso específico es lo que ha provocado su expansión en este último lustro.
Ahora bien, ¿ha llegado el turno de introducir importantes limitaciones para controlar el número de unidades en circulación? La ciudad china de Guangzhou ha comenzado a establecer restricciones de uso de dos medios de transporte que fueron la punta de lanza de las políticas ecológicas del Gobierno. Como medio de protesta, cada vez son más los usuarios que se están moviendo por la ciudad con sillas de ruedas para personas con discapacidad.
Sillas de ruedas eléctricas como protesta ante políticas contra el patinete y la bicicleta
El patinete eléctrico y la bicicleta de igual tecnología están sufriendo importantes limitaciones en países como China. Son medios de transporte muy interesantes a la hora de reducir la huella de carbono en la ciudad, pero es cierto que han traído otros problemas. El más claro de ellos está relacionado con la propia infraestructura. La ausencia de carriles bici ha provocado problemas para los diferentes usuarios de la vía.
Los atropellos y la difícil convivencia con el transporte público o los automóviles convencionales ha generado importantes tensiones. Pese a la introducción de regulaciones, lo que está ocurriendo en Guangzhou no es algo aislado. Se estima que en el año 2021 había un total de 300 millones de bicicletas eléctricas en China. Su popularidad está muy extendida, pero lo cierto es que no se han realizado obras adecuadas para su circulación.
La introducción de restricciones, al mismo tiempo, está desincentivando la compraventa de coches eléctricos en un país que está buscando liderar la transición ecológica a través de la movilidad sostenible. Este tipo de eventos está provocando que la bicicleta y el patinete no tengan la misma visibilidad ecofriendly para el Gobierno. A modo de protesta, cada vez son más las personas que están usando las vías públicas con sillas de ruedas eléctricas.
Se trata de una medida que podría tener protagonismo en otros marcos urbanos a lo largo de los próximos meses. El uso de la bicicleta o el patinete ha demostrado ser una alternativa viable al coche convencional. ¿Estamos a las puertas de nuevas exigencias en este tipo de productos? La más probable, a corto plazo, podría ser la imposición de una póliza de seguro de responsabilidad o similares para limitar el riesgo de accidente que hay con la circulación.